La comisión de Asuntos Laborales de la Cámara de Diputados, presidida por el Partido Obrero, recibió a la directiva del sindicato de Ingenio Tabacal, en una reunión en la que participó también el diputado nacional Pablo López y el secretario general del ingenio San Isidro. Los trabajadores enfrentan una seria denuncia por parte de la patronal Seaboard Corporation, que acusa al sindicato por amenazas y hasta por usurpación de domicilio, una figura escandalosa y ridícula en tanto estamos hablando de miembros de la comisión directiva del  gremio, cuyo “delito” fue entrar a los distintos inmuebles del ingenio para atender diversos reclamos obreros. Inaudito.

 

Seaboard lleva su provocación a fondo pidiendo a la justicia la quita de la tutela sindical para proceder al despido del secretario general y otros tres miembros de la directiva. Estamos en el inicio de una nueva (enésima) campaña antiobrera. En la última ocasión, la empresa había intentado imponer un turno relevante que provocaba la caída de los sueldos de bolsillo en un 40%, pero los obreros le infringieron un revés tras un paro de 82 días, apoyado por todo el pueblo de Yrigoyen, contra los ataques de la patronal, el gobierno y la Iglesia.

 

La venia estatal en este nuevo ataque es clara: los trabajadores denunciaron en Diputados que, pasando por encima de la intervención judicial, la patronal presionó a los trabajadores para imponer dicho turno. Además ha quitado a sus empleados la conquista de los créditos personales.  

 

 

Seaboard quiere provocar un nuevo conflicto y enfrentar a los trabajadores de planta con los temporarios. Ocurre que los segundos ya tendrían que haber empezado a trabajar en febrero, pero la empresa retrasa su incorporación, los deja sin labores ni salarios para usar esa enorme presión contra cualquier posibilidad de paro.