Políticas

30/4/2015|1361

Salta: otro veto a una ordenanza del Partido Obrero

El intendente Isa, de nuevo, contra sus propios concejales

concejal, candidato a diputado


Miguel Isa, intendente de Salta capital y candidato a vice del gobernador Juan Manuel Urtubey, acaba de vetar la ordenanza que limita la multa por infracciones de tránsito al pago de un 20% y un curso de educación vial, presentada por nuestro partido y votada por el Concejo.


La iniciativa había surgido del reclamo de miles de familias, cuyos vehículos fueron secuestrados por la municipalidad. La estadía es de 35 pesos diarios en un canchón en donde los rodados se deterioran en la total intemperie.


Los canchones tienen en su interior cerca de 5.000 unidades, lo cual prueba la dificultad de pago de las multas, sin contar las decenas de miles que ya fueron rematadas en estos años o vendidas a las metaleras como chatarra. Entre multas y venta de repuestos y metales, se desarrollaron importantes negociados compartidos con la policía de la provincia.


 


La política de tránsito de Isa es cobrar multas cada vez más caras: en 2014 se recaudaron cifras superiores a los 34 millones de pesos (contra 22 de 2013) y sólo se invirtieron en señalización 2 millones. El texto del veto nos acusa de “incitar a la inseguridad jurídica”, de ser “totalmente ajenos al orden legal existente” e “injusto para el resto de la población”. Lo cierto es otra cosa: Romero y Urtubey han lanzado la consigna “el PO no puede ni debe gobernar”, y buscan probarlo a fuerza de mayorías circunstanciales y sin principios, y, cuando no lo logran, a fuerza de vetos. Los votos aprobatorios de las ordenanzas desaparecen cuando se necesitan los dos tercios para derribar el veto. Han guardado un silencio sepulcral luego del veto y hasta levantaron la sesión del Concejo para no discutir del tema.


 


Por cualquier medio y a cualquier costo, estos bloques pretenden desmoralizar a los trabajadores que apoyan al Partido Obrero pero, por sobre todo, forzar la unanimidad en sus filas divididas. También se llamaron a silencio las sectas de izquierda y la UCR, que buscan, como parásitos, lucrar contra el PO.


 


 


Campaña a todo motor en la ciudad


 


 


Nuestros militantes salieron a la calle al otro día del veto, a explicar, con volante en mano, sus características y su alcance político. Publicamos una solicitada y afichamos la ciudad llamando a derribar el veto de Isa. La población respondió positivamente, firmando de manera masiva e indignados nuestro petitorio.


 


Está en juego sacar las conclusiones políticas de la situación: se hace cada vez más claro el antagonismo irreconciliable entre nuestro partido -el PO- y los partidos patronales. El voto asume cada vez más la condición de una lucha de clases.