El martes 8, una niña de 8 años ingresó al Hospital de Santa Ana (en el sur de la provincia) picada por un alacrán. Luego de ser atendida fue enviada nuevamente a su casa. Sin embargo, en el lapso de apenas unas horas sufrió una descompensación y tuvo que ser trasladada hasta el Hospital Regional de Concepción en donde falleció por un shock anafiláctico, el más alto grado de alergia a cualquier sustancia.

 

Familiares y vecinos se movilizaron frente al centro asistencial de Santa Ana reclamando la renuncia de la administradora y el director del nosocomio denunciando negligencia en la atención de la niña.

 

La indignación vecinal explotó frente a la crisis y la corrupción existente en el sistema de salud. Recientemente el gobierno realizó un acto de entrega de una ambulancia en la comuna de Arcadia, también en el sur de la provincia, que ya había sido entregada hace dos años y se la mantuvo sin usar escondida en un galpón. En la propia capital, en el Hospital Centro De Salud, el segundo más grande de la provincia se arrastra una situación de conflicto por la decisión de la ministra de Salud de remover toda la dirección del hospital que gozaba del reconocimiento del personal, para colocar en su lugar a funcionario adicto a su camarilla y al gobierno de Manzur.

 

Los pocos hospitales que hay en la provincia carecen de infraestructura, insumos, medicamentos, personal capacitado y necesario para dar respuesta a una necesidad elemental. Miles de casos demuestran a diario la ineficiencia de los centros médicos de cercanía a los pueblos del interior. Cuando se presenta un caso de cierta complejidad –se trate de un accidente o de un parto- resulta  inevitable el traslado del paciente a las ciudades que cuentan con hospitales de mayor jerarquía, lo cual trae muchas veces consecuencias fatales.

 

La defensa de la salud pública está ligada a la lucha por una salida integral, encabezada por los trabajadores. 

 

Desde el Partido Obrero planteamos: por un sistema de salud público gratuito, universal, por la triplicación del presupuesto, por direcciones en los centros de salud electos y que atienda todas las necesidades de la población, con enfermeros y médicos capacitados y una urgente intervención contra las epidemias en la provincia que atienda principalmente a los sectores populares en condiciones de mayor vulnerabilidad.