En San Isidro, la familia Posse gobierna hace 40 años de forma ininterrumpida a favor de los negocios inmobiliarios. Cada vez más barrios privados y condominios hacen el metro cuadrado de la tierra uno de los más caros de la provincia. Los trabajadores somos empujados al hacinamiento, se hace dificilísimo alquilar y no se urbanizan los barrios populares. Posse gobierna para el Boating Club y en contra de La Cava. Para los empresarios corruptos como Chediack (parquímetros) y amigos como Cencosud (Unicenter) y en contra de las mayorías populares, orientación social sobre la cual se apoyan los distintos candidatos.

En la interna de Juntos por el Cambio, Ramón Lanús logró, luego de 20 años, que el partido vecinal ConVocación lo lleve de candidato a Intendente pegado a la boleta de Patricia Bullrich. También lleva en la lista a Carlos Castellano, ex possista que supo ser presidente del Consejo Deliberante. Lanús fue titular de la Agencia Administrativa de Bienes del Estado en el gobierno de Macri, cargo desde donde coordinó con Posse la privatización del Golf de Villa Adelina. Luego, logró acomodarse en el Estado bajo el ala de Larreta, como síndico del Ceamse. La lista de Bullrich es un reciclaje de viejos personajes de la política distrital. Su contrincante oficialista, Macarena Posse, es candidata de la familia Posse en la boleta de Larreta. Tiene una elección disputada, jugando su padre Gustavo para la vicegobernación.

Por el lado de la oposición, Unión por la Patria lleva a Federico Meca. Han demostrado no ser una alternativa votando sucesivas veces los presupuestos municipales de ajuste, hasta que Posse recuperó la mayoría en el 2021. Fernanda Miño, su predecesora candidata a intendenta, que ocupa actualmente el cargo de Secretaría de Integración Socio Urbana a nivel nacional, fracasó en la urbanización de los barrios populares. La Libertad Avanza lleva a Feldmann de Maurette, que comenzó en ConVocación, se pasó a Juntos por el Cambio y ahora se presenta como candidata de Milei.

Solo el voto a la lista Unidad de luchadores y la izquierda, del Frente de Izquierda Unidad, les duele realmente a los dueños del poder en el distrito, que son para quienes gobierna el resto de los candidatos. Queda demostrado en que su programa de gobierno no difiere más que en algún matiz, pero se opone tajantemente al que levantamos nosotros desde el campo de la izquierda y los trabajadores.

Sucede que la obra pública se destina a las zonas más ricas para favorecer los negociados inmobiliarios, intensificándose desde la Panamericana hacia el Río de la Plata, mientras faltan viviendas en los barrios, se inundan, carecemos de cloacas y gas natural, particularmente hacia la zona de Boulogne. Ni hablar de las villas convertidas en guetos como Uruguay, San Cayetano y La Cava. A su vez, crece la inseguridad y el narcotráfico en los barrios, con la completa complicidad de las fuerzas de seguridad. La única propuesta de los políticos capitalistas es implementar más cámaras y policías.

Les oponemos la defensa del derecho a la vivienda, proponiendo un plan de urbanización de los 25 barrios populares que albergan más de 7.000 familias y construcción de viviendas en el ex Obras Sanitarias, aplicando un gravamen progresivo a la vivienda ociosa. Ante la inseguridad, también planteamos la apertura de los libros de las comisarías y su control vecinal, junto a la elección de comisarios y fiscales.

Los impuestos recaen sobre las mayorías, siendo uno de los distritos con más caja en la provincia. Para este año proyectan gastar 1.000 millones de pesos en publicidad y para áreas como Género tan solo 120 millones de pesos. Mientras tanto, eximen de impuestos a importantes grupos económicos, como es el caso del poderoso Obispado de San Isidro que solamente en su circunscripción (Tigre, Vicente López, San Fernando y San Isidro) es dueña de 55 escuelas. Los candidatos patronales hablan de un uso eficiente de los impuestos, sin indicar sobre qué sectores sociales recaen y a quienes beneficia. Por nuestra parte, vamos por la apertura de las cuentas municipales, el fin de las exenciones impositivas a los grandes grupos económicos y la separación de la Iglesia del Estado. A su vez, la derogación del impuesto a la vivienda única, a los pequeños comercios y la reducción del ABL a las familias trabajadoras.

El desfinanciamiento de la salud pública golpea al Hospital de San Isidro, de Boulogne y el Materno Infantil, con servicios colapsados y personal precarizado con salarios por debajo de la línea de pobreza. La misma suerte corre la educación pública con escuelas que se caen a pedazos como el emblemático ex Nacional de San Isidro. Como contrapartida crece la salud y educación privada como el Grupo medico Las Lomas y la Universidad de San Isidro. Vamos por la triplicación del presupuesto de salud y educación, y el control por parte de las comunidades educativas de los fondos educativos.

También es moneda corriente el avance sobre los espacios verdes y el ambiente para la especulación. El Puerto de San Isidro, la tala del Bosque Alegre para el Club CASI, el predio de ex Obras Sanitarias en manos de Cencosud. Solo los trabajadores pueden hacerle frente, como fue el caso del Parque público de Villa Adelina.

La izquierda tiene un plan de gobierno para el distrito. Si nos fusionamos con los trabajadores podemos lograrlo. Para defender esta perspectiva y para realiforzar la lucha contra el ajuste, por el acceso a la vivienda, salud, educación y trabajo a partir de una reorganización integral del municipio, afectando los intereses de los grandes grupos económicos. Votemos a la única lista que les duele a los dueños del poder. Vamos con la izquierda que se planta.

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