Un millar de personas marchó el miércoles 28 por las calles de Villa Mercedes, San Luis, en repudio al violento desalojo que perpetraron 200 efectivos de la policía contra los obreros de la empresa textil Pagoda. Los trabajadores sufrieron la represión mientras mantenían la toma de las instalaciones de la planta.

Por disposición de la jueza de Instrucción en lo Penal y Correccional 1 de la II Circunscripción Judicial, Martha Vallica San Martín de Figari, los uniformados irrumpieron en la nave de “Tintorería” e iniciaron la cacería en la madrugada del último martes. Los trabajadores, que ocuparon la planta el jueves pasado ante las suspensiones recurrentes y las amenazas de despidos, resistieron como pudieron. Muchos de ellos tienen infinidad de perdigones incrustados en la espalda.

El secretario gremial de la comisión interna, Marcos Reinoso, denunció que el reclamo por un aumento salarial del 20% derivó en una persecución por parte de la firma que apuntaba al “desafuero” de los representantes de los trabajadores.

Reinoso tiene tres balazos en el rostro y cuatro en el cuerpo. “Aquél es el jefe, tírenle a la cabeza”, habría ordenado el policía que se encontraba al frente del operativo.

Con la sanción de la Ley de Promoción Industrial, Villa Mercedes se convirtió en el tercer cordón en importancia a nivel nacional sobre esa esfera de actividad productiva. Están radicadas empresas como Bagley, Arcor, Dánica, Niza, Metalcentro y firmas del grupo Techint, Acindar y Ledesma.

Más de 12 mil obreros trabajan diariamente en el Parque Industrial. El Gobierno y las empresas temen al fantasma de una la organización sindical autónoma y antiburocrática.