Políticas

6/12/2007|1020

San Pedro, luego de octubre

PO Jujuy

Corrido el humo de las elecciones, en San Pedro empieza a fisonomizarse la nueva gestión. Todo vuelve a la “normalidad”.


A principios de este mes el Hospital Paterson se vio desbordado por los numerosos casos de diarrea, con el saldo de una niña muerta. Ya en octubre, entre pequeños y adultos que no tenían medicamentos ni camas para internarse, los casos de diarrea no bajaban de 2.044 (en una ciudad con 70.000 habitantes). Las lluvias adelantadas pusieron en evidencia un problema denunciado hace mucho por el PO: la contaminación del agua contaminada que consume la población sanpedreña.


Con las lluvias esta situación empeora por el desborde de canales que transportan desechos cloacales, lindantes con la planta potabilizadora (piletones) de la empresa Agua de los Andes, que se mezclan junto a los químicos del tabaco e ingenio azucarero arrastrados en su curso.


Esto tiene sus responsables. La empresa –que no invierte en obras para evitar el revoltijo tóxico– en complicidad con el poder político de turno.


En la época del menemismo, la planta permanente de personal municipal era de 960 trabajadores; con los ajustes, despidos, contratación de personal temporario y compañeros de los planes, la planta llegó a ser de 600 trabajadores. Antes de terminar su mandato, el actual intendente, Moisés, efectivizó a 384 trabajadores del hospital y dejó sin efecto la ordenanza de responsabilidad fiscal municipal. Su reemplazante, el intendente electo Fado, anunció que la reinstalaría apenas asumiera.


El Partido Obrero lucha por acabar con el trabajo en negro en todas las áreas del Estado y reclama agua potable para todos. Los servicios elementales son un derecho, no un privilegio.