Más de 300 trabajadores que rubricaban en el proyecto de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic quedaron en la calle. El consorcio empresario integrado por Electroingeniería, China Gezhouba Group Corporation e Hidrocuyo intentó justificar la decisión aludiendo al reciente fallo de la Corte Suprema de Justicia que ordenó la suspensión provisoria de la construcción de las represas y la realización de estudios de impacto ambiental.

Pero la medida se inscribe dentro de un tendal de despidos en la construcción. Se suman a los 1800 que se produjeron a principios de 2016 en la empresa de Lazaro Báez, a los 450 despidos en Isolux Corsan y a los más de 200 despidos en la mina de Rio Turbio.

A todo esto hay que sumarle los despidos llevados adelante por la gobernadora Alicia Kirchner en la administración pública y los cientos de despidos hormiga que se llevan adelante en el sector petrolero.

Tanto el FPV, como la UCR, el Frente Renovador y el PRO, han ninguneado el proyecto contra despidos y suspensiones elaborado por el Partido Obrero.

Es urgente llamar a asambleas intersindicales de los gremios estatales y los gremios industriales que deliberen y construyan, en un plenario provincial de trabajadores, un programa político y económico que saque a la provincia de la crisis en la que la han sumido los partidos patronales.