Lejos de cualquier autocritica, la gobernadora santacruceña optó por culpar al pueblo de Río Gallegos por los contagios en la provincia, cuando aún nos seguimos preguntando cómo fue que ingresaron a la ciudad cuatro trabajadores de telecomunicaciones, un camionero y un obrero de las represas, todos enfermos, sin realizar ningún tipo de aislamiento.

Es claro que el principal responsable de este brote en Río Gallegos es el Estado, en manos del gobierno de la provincia de Santa Cruz y de su ciudad capital.

Sin embargo, peor que la falta de autocrítica resulta la falta de información en una situación tan sensible. Cuando todos y todas esperábamos que la gobernadora profundizara sobre las medidas para detener el brote de contagios o que explicara porqué con 210 casos no se ha declarado que el contagio es comunitario -algo que sí sostuvo un infectólogo local (Tiempo Sur 19/07)-, Alicia solo se refirió a como las visitas del portal del Ministerio de Salud pasaron de 300 visitas a 15.000 producto, según ella, del miedo.

La realidad es que la población está buscando como responder eficazmente al brote de contagios: no lo hizo anteriormente porque el gobierno de Santa Cruz insistió en que las cosas se hacían muy bien y por esa razón no teníamos casos desde hacía mucho tiempo, lo cual ha quedado desmentido con la realidad.

El gobierno debe garantizar el aislamiento social para evitar una nueva propagación de los contagios frente a lo que a todas luces es un caso de circulación comunitaria. Reconocer el problema que tenemos por delante será el único medio para solucionar el problema que está por venir y eso necesariamente requiere tomar las medidas necesarias para evitar la circulación del virus.