Santa Cruz sufre los recortes a dos bandas: mientras Alicia ahoga a los municipios, ha comenzado a cortar la cadena de pagos en la provincia y es impotente ante el derrumbe del imperio Báez. Macri ha demorado hasta los sueldos de YCRT en Río Turbio, que se estarían cobrando el 17, y ha parado las obras de la usina, de la mina y de las represas hasta nuevo aviso.

 

Alicia no ha llamado todavía a los docentes (es la primera vez que un Kirchner afronta una paritaria en la provincia). El Congreso de Adosac se reúne el 20 y va votar el no inicio de las clases. La CTA va al paro con ATE el 24 y convoca a un plenario de trabajadores para el 27. Río Gallegos y Caleta Olivia están sin transporte público por huelgas de los choferes, que han colocado en crisis todo el sistema de transporte público. Río Turbio está parado por la falta de pago de los sueldos -al igual que los municipales de Caleta, que siguen de paro hasta que cobren las categorías que faltan. A este paso, transcurriremos el mes haciendo paro para cobrar el mes anterior, una situación insostenible. En varios municipios se ha repetido este cuadro, mientras Alicia recomienda aumentar las tasas municipales como única salida.

 

Las petroleras están rompiendo los acuerdos de paz social en Santa Cruz y también en Chubut, donde después de la firma de un promocionado acuerdo por seis meses siguen paralizando los equipos. La huelga ya estalló en Chubut y está por desatarse en algunas operadoras de Santa Cruz, sin que el burócrata Vidal pueda impedirlo.

 

La perspectiva es de una gran iniciativa de los trabajadores, que si desborda la capacidad de contención de Alicia planteará objetivamente la necesidad de barajar y dar de nuevo en el régimen político. 

 

En 2007 lograron apaciguar la rebelión popular por medio de importantes concesiones. El kirchnerismo tenía la capacidad de maniobra para hacerlo, con tal de mantenerse en el poder.

 

En 2016 el margen se ha achicado dramáticamente y la experiencia de lucha ha crecido en forma notable, lo cual plantea una gran perspectiva para que los trabajadores impongan su salida.