Esta semana, el ministro de Salud Ariel Varela anunció que se aumentará hasta un 50% el arancel de las consultas médicas en Santa Cruz a extranjeros no residentes o transitorios. Según el propio ministro esto significaría un ahorro de 10% en el presupuesto de salud.

Esta medida se enmarca en una política de “recuperación y saneamiento” de las cuentas públicas, agitado por el presente gobierno de Claudio Vidal. Sin embargo, desde el Partido Obrero queremos advertir y posicionarnos frente a este anuncio y sus justificaciones.

La salud pública en Santa Cruz vive una crisis permanente por falta de insumos y profesionales, precarización laboral y sueldos de pobreza. Mientras se escribe esta nota, los medios dan cuenta de la caída de una parte del cielorraso del Hospital Regional de Río Gallegos a causa de las intensas lluvias del viernes 19.

Hace 3 años se instaló un acampe de enfermeros que reclamaba por estas carencias y acuñaron una frase que describe el trato de los gobiernos para con el personal de salud: “Pasamos de imprescindibles a descartables”. A lo que podemos sumarle las denuncias de corrupción expresadas en la utilización del avión sanitario para usos personales y por fuera de su destino original. Este es el tránsito de la salud durante la gestión de 30 años del kirchnerismo en Santa Cruz.

La crítica debe empezar por lo más obvio: Vidal y Varela impulsan una medida xenofóbica para justificar el ajuste de las cuentas públicas, desviando la atención de la población de las verdaderas razones del lamentable estado de la salud en la Provincia. Es de manual y ha sido el centro de ataque de muchos gobiernos reaccionarios y represores buscar un enemigo interno para hacerlo responsable de la miseria de la población, ocultando la responsabilidad propia. Según se expresa en el Boletín Oficial del 18: “(los hospitales) reciben en gran cantidad a personas extranjeras que solicitan atención sanitaria, brindándoles un servicio de calidad, y de manera gratuita, ello en detrimento de los nacionales que muchas veces deben postergar su atención por el colapso del sistema”. ¿Cómo explica el gobierno “el colapso del sistema” si solo 1 de cada 10 personas son extranjeros –si atendemos al ahorro del 10% expresado?

Es notable también que en sus intervenciones el ministro de Salud no mencionara estos 30 años de destrucción de la salud de la mano del kirchnerismo, verdadero responsable hoy de esta situación. ¿Será que hay funcionarios de las diferentes administraciones pasadas que hoy pueblan su gabinete?

Por otro lado queda el asunto presupuestario. Varela dice que habrá un ahorro del 10% en el presupuesto de Salud. ¿De dónde salen esos números? Invitamos al ministro a hacer un detalle de las cuentas del presupuesto anual porque no parecen condecirse con la realidad.

En general la medida solo puede calificarse como distractiva y no es nueva. Ya en el gobierno de Macri se impulsaron estas medidas de tinte xenófobo, donde pudimos ver narraciones fantásticas de “tours médicos” o extranjeros que se anotaban en el registro del Incucai para recibir un transplante en detrimento de “los nacionales”. En ese momento un informe de Chequeado revelaba que el peso de la atención pública en la salud para extranjeros no residentes representaba menos del 1%, con excepciones en Formosa y Misiones con 1,46% y 1,40% respectivamente (7/5/19). Es decir que su impacto puede considerarse despreciable en términos porcentuales.

Desde el Partido Obrero rechazamos esta medida que consideramos reaccionaria e inservible para levantar la salud pública, que se basa en argumentos discriminatorios y xenófobos para seguir el ajuste no solo en la salud sino en los diferentes sectores del Estado provincial. Advertimos a la población que este tipo de discursos solo sirven para que en medio de ajuste terribles a la población se cuelen en la discusión posiciones e iniciativas para el arancelamiento general, no solo de la salud sino también en la educación o directamente su privatización.

El presupuesto en salud debe triplicarse, basándose en un impuesto progresivo a los grandes capitales de la provincia: las mineras, las petroleras, las pesqueras, los supermercados y las casas de apuestas. Solo así elevaremos las condiciones de vida de la población santacruceña.

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