El gobierno de Bonfatti, en acuerdo con el PJ y el PRO, anunciaron sus pretensiones de llevar adelante una reforma proscriptiva en el sistema electoral provincial.

Quieren establecer un piso en las Paso provinciales, al igual que sucedió en las elecciones nacionales a partir de la reforma política del kirchnerismo. Sólo que en este caso, el piso sería del 3 por ciento del total de votos válidos emitidos. También cuestionan la permanencia de la publicidad destinada a cada partido político que se presentase en las elecciones.

Este tipo de reforma constituye lisa y llanamente una proscripción a una gran cantidad de expresiones políticas de la provincia. Ataca a la fuerzas políticas que se mantienen al margen de los grandes grupos mediáticos y empresariales de Santa Fe. Especialmente, apunta a la proscripción de la izquierda por ser una fuerza que crece y se presenta en un número cada vez mayor de municipios.

Tomado de conjunto, la tentativa de establecer un piso revela la profundización de la crisis de todo el régimen político de la provincia. Primero a través de las Paso, obligan a toda la población a que decida en la interna de los partidos políticos. Una interna que evidentemente en su interior, los partidos “tradicionales” no la pueden resolver por su propia crisis y disgregación política. En Santa Fe el PJ virtualmente ha dejado de existir. Actualmente en nuestra provincia hay doce bloques en la Cámara de Diputados provinciales y una parte huye con Massa. Por su parte, el Frente Progresista intenta evitar una interna en 2015 con los radicales y, a su vez, al interior del PS, situación que le haga peligrar la provincia por su sistemático desgaste. Establecer un piso para las Paso busca contrarrestar esta tendencia de desguace de estos partidos, ya que presiona a cada una de las camarillas minoritarias para que se integren a una misma lista con el riesgo de quedar fuera de la elección general.

Bonfatti también anunció que no están dispuestos a cubrir la publicidad para cada uno de los partidos ya que no están los recursos. Sin embargo el gobierno del Frente Progresista gasta millones de pesos anualmente (y en época no electoral) para promocionar su gobierno. Advertimos que de no establecerse la publicidad estatal paga para cada partido, van camino a reestablecer el método de publicidad privada.

El Frente de Izquierda de Santa Fe rechaza cualquier piso proscriptivo, sea en las Paso o para ingresar a la división del D’Hont de los cargos en las generales. De forma más general, nos oponemos a las Paso, como forma de someter al conjunto de la población a dirimir una interna que los partidos debieran resolver por su propia cuenta a partir de sus propios métodos internos (congresos). Planteamos la igualdad de espacios publicitarios entre todas las fuerzas políticas y rechazamos el decreto puesto en práctica en Rosario que cercena las expresiones culturales, sociales y políticas que se manifiestan a través de propaganda gráfica callejera.

Damián Blanco