La exministra de Educación de Miguel Lifschitz, Claudia Balagué, lanzó su candidatura como parte del “Frente Amplio por la Soberanía” para las elecciones de Santa Fe, junto a Carlos Del Frade (PCR), Libres del Sur, e Igualdad y Participación, de Giustiniani, cuya participación está por verse, debido a una crisis por cargos que tuvo el neonato espacio.

Actualmente diputada provincial por el Partido Socialista, Balagué presenta su candidatura como un resguardo de los valores progresistas del PS, frente a la resolución de ese partido de incorporarse a “Unidos para Cambiar Santa Fe”, la versión provincial de Juntos por el Cambio, una alianza entre el PRO, la UCEDE, el partido de los pastores evangelistas (Unite) y la UCR.

La funcionaria comenzó su campaña electoral queriendo destacar su actividad como ministra de Educación, contrastando con el desastre completo que ha tenido Perotti en materia educativa y la reciente renuncia de Adriana Cantero, fuertemente cuestionada por la docencia.

Pero el balance de la docencia santafesina sobre Balagué está lejos de ser positivo. En 2016, la entonces ministra estableció la “Tablita de Balagué”, que preestablecía la cantidad de días de licencias que cada docente podía tomarse para una determinada patología, es decir, que con independencia de la prescripción médica, el gobierno determinaba cuántos días por enfermedad le correspondían al docente. La medida estaba en línea con la reforma laboral que impulsaba Macri, entonces presidente, que predicaba contra “el abuso de las licencias de los maestros” para avanzar en una flexibilización laboral.

Este no fue el único ataque del progresismo a la salud de las y los trabajadores. En 2014, otro gobernador del Frente Progresista, Antonio Bonfatti, cuya ministra de Educación también fue Balagué, vetó la ley que llevaba la licencia por maternidad de 90 a 180 días. La “tablita” finalmente fue derogada en 2021.

En 2016, además de la “tablita”, el gobernador Miguel Lifschitz y Claudia Balagué cerraron la paritaria docente enchufándole a maestras y maestros un bono que fue de 3.000 mil pesos para activos; y de 1.000 para jubilados, a la baja y en un acto de discriminación que apuntaba a alejar al sector pasivo del 82% móvil, en el marco de una “ley de armonización” que impulsó el gobierno.

Hasta el día de hoy esa orientación se va aplicando por partes, como denuncian los compañeros jubilados, que acaban de sufrir un nuevo recorte salarial, como ocurrió entre el personal jerárquico, que cobró un aumento menor que el acordado para el sector activo.

En 2017, en el marco del “Pacto Fiscal”, Lifschitz-Balagué directamente cerraron la paritaria por decreto: un 18% en dos cuotas, mientras la inflación rondaba el 30%. Ese mismo año, fueron impugnados en Santa Fe, en el marco de un paro docente y de movilizaciones estudiantiles, los “Operativos Aprender y Enseñar”, cuyo objetivo era proceder a un recorte de partidas presupuestarias a partir de la evaluación de las escuelas, con preguntas estandarizadas que hacían abstracción de las condiciones de enseñanza y aprendizaje concretas en las que se desarrolla el proceso de aprendizaje.

Este creciente rechazo docente concluyó en que en 2019 el Frente Progresista descontara los días de paro porque las “medidas de fuerza eran muy fuertes” (Uno Santa Fe, 26/3/2019 ). Nada que envidiarles a Milei y Espert. Las mismas estaban dirigidas a exigir la reapertura de la paritaria y un 40% de aumento, frente a la acumulación de pérdidas salariales bajo el gobierno del Frente Progresista, que fue un gran aliado de Macri.

Vamos con el Frente de Izquierda

Vemos que el “Frente Amplio por la Soberanía” reúne a fragmentos heridos de los partidos responsables del hundimiento de la educación, que se han reagrupado para defender cargos legislativos, pero que finalmente votarán para gobernador a un nuevo verdugo (de uno u otro lado “de la grieta”). No podía ser de otra manera, considerando los elementos que reúne, responsables ellos mismos de la debacle de la educación pública, gratuita y laica.

Las y los docentes que luchamos desde los inicios por la recuperación de los sindicatos, que defendemos en todo el país la escuela pública, vamos con el Frente de Izquierda a defender los salarios, las conquistas del Estatuto Docente, y una salida de fondo a la crisis del régimen que se expresa en el vaciamiento educativo, la deserción escolar y la creciente privatización educativa.

En Santa Fe, vamos con el Frente de Izquierda para enfrentar a todos los que nos gobernaron en las últimas décadas y nos llevaron a esta crisis.

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