Políticas

22/2/2022

Santi Maratea, la sociedad y el Estado

Colecta solidaria ¿una victoria del “discurso liberal”?

Imagen: Diario Panorama

En medio del avance del fuego en Corrientes ante la inacción del gobierno nacional y provincial, en las últimas horas se suscitó un amplio debate en redes sociales a partir de la colecta de más 150 millones de pesos organizada por el influencer Santiago Maratea. La acción de Maratea y la rapidez con que miles de personas aportaron a la causa resaltó en contraste con el ajuste del Estado y su pereza para reaccionar y así lo destacaron miles de usuarios.

Los autodenominados “libertarios” se subieron a la ola e intentaron mostrar el éxito de colecta como una victoria del libre mercado frente al Estado. En esa línea, el legislador de la ciudad Ramiro Marra tuiteó “El mercado genera hasta soluciones solidarias como la de Santiago Maratea, otro éxito del liberalismo con evidencias”. Un absurdo completo porque la esencia del mercado es el intercambio de mercancías de igual valor o, lo que es lo mismo, de dinero por mercancías. Pero quien puso $60, $120, $600 o $1200 en la colecta de Maratea no recibió ninguna mercancía a cambio -tampoco descuenta impuestos como ocurre con las donaciones capitalistas tradicionales, ni consigue una mención pública. Así que es exactamente al revés que lo que nos venden Marra y compañía: el éxito de la colecta está en la negación del mercado.

Del otro lado, funcionarios y militantes kirchneristas salieron a contestar este cuestionamiento al sacrosanto Estado y en el camino cometieron al mismo tiempo dos torpezas. Primero, porque identificaron a todos los que festejaron la colecta millonaria y pusieron en evidencia la inacción del Estado con “el discurso liberal”. Segundo, porque en ese camino le dieron la razón a los “liberales” que trataron de apropiarse ideológicamente de algo que no tiene nada de liberal: miles de personas que renunciaron a parte de su propiedad privada para cubrir una necesidad social.

En las redes, surgió repetidamente la pregunta de por qué las personas aportan voluntariamente en la colecta de Santi Maratea lo que por todas las vías evitan aportar al Estado. El kirchnerismo responde que sería una victoria del discurso del “salvataje individual”. Asombrosamente, quienes hace unos años se ufanaban de haber ganado la batalla cultural, ahora le conceden a la derecha una victoria cultural que nunca tuvo. La respuesta es más simple: quien pone $60 en la colecta de Maratea confía en que van a llegar los bomberos de Corrientes, mientras que el trabajador que aporta al Estado para su jubilación sabe que probablemente sus aportes vayan a parar a los banqueros de Nueva York.

El kirchnerismo teclea porque está comprometido en la defensa de un Estado que nada tiene que ver con los intereses populares. Entra en pánico cuando se pone en evidencia el divorcio entre ese Estado y la sociedad y termina vomitando contra quienes llevan adelante, a su manera, aquello de que “la patria es el otro”. Se indigna frente al relato de un “héroe salvador” pero la alternativa que defiende del “Estado salvador” no tiene vigor porque el Estado existe para salvar al capital, no al pueblo. Esto se ve incluso frente a los incendios, ya que buena parte de los recursos que pone el Estado no son para apagar el fuego ni recuperar la biodiversidad perdida, sino para resarcir a los capitalistas del campo “damnificados” (quienes en muchos casos son los responsables de iniciar los incendios).

La oposición macrista, con la flexibilidad que le permite no estar hoy al frente de la gestión del Estado nacional, optó por un camino más fácil: saludar la iniciativa de Santi Maratea y hacerse los sotas con su responsabilidad al frente del gobierno de Corrientes. Sin embargo, fue el mismo influencer el que puso en evidencia al gobernador Valdés, reaccionando a un tuit de una seguidora que señaló que  que estaba “bailando en el corsódromo” mientras miles aportaban a la lucha contra el fuego. Es que el divorcio entre el Estado y la sociedad está en su génesis. Así lo definieron Marx y Engels hace 150 años: “Ese poder, nacido de la sociedad, pero que se pone por encima de ella y se divorcia de ella más y más, es el Estado” (Friedrich Engels,1884, El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado).

Para cerrar, es evidente que los $150 millones que puede juntar un pibe desde su celular no son una salida frente a los incendios en Corrientes y mucho menos frente al hambre, la pobreza y los innumerables vejámenes que sufre nuestro pueblo. La salida no va a venir de la mano de ningún salvador, sino a través de la organización, la lucha reivindicativa y la estructuración de una alternativa política que lleve al poder a los trabajadores y termine con el Estado divorciado de la sociedad. Pero cuestionar una colecta independiente en nombre de un Estado sometido al FMI es una posición miserable.