Santiago del Estero: cómo enfrentar la ofensiva contra los campesinos
Seguir
Comité del NOA (Andrea Ruiz, Daniel Blanco y Melissa Campero)
El Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase) Vía Campesina, ha anunciado que en la ciudad de Añatuya hay una Carpa Negra de la Resistencia, en la que se van rotando entre 70 y 100 compañeros miembros del movimiento para evitar el desalojo de una familia, los Quiroga, de sus tierras, ubicadas en el paraje rural Lote 48. El 30 de junio, el juez en lo Civil, Alvaro Mansilla, firmó la orden de desalojo, en favor del empresario francés Patrice François Louis René Lannou.
Este empresario es patrocinado por el doctor Walter Nicolai, hijo del ministro de Desarrollo de la provincia, quien se ha mostrado sospechosamente interesado en las tierras de la familia Quiroga.
El Mocase VC ha denunciado también al juez Alvaro Mansilla como parte de una asociación ilícita que opera dentro la Justicia santiagueña y se dedica a desalojar familias y comunidades campesinas de parajes rurales de la zona, en los departamentos de Añatuya, Tacañita, Colonia Dora, Icaño, Real Sayana y Pinto, en favor de empresarios y a cambio de dinero y negocios.
Bandas armadas
En un comunicado, el Mocase VC ha insistido en que “estas irregularidades y actos de corrupción por parte del juez Mansilla son vox populi en toda la provincia, así como es de público conocimiento entre empresarios que para arreglar cualquier situación irregular con las tierras hay que recibir la ayuda especial del juez”. Y, en ese sentido, destacan que “hasta el mismo empresario Patrice Francois Louis René Lannou lo reconoció en las numerosas oportunidades en que intentó desalojar a las familias, haciendo uso de bandas armadas e ingresando (en los campos) con gritos amenazantes: ‘Ustedes no tienen posibilidades porque no tienen plata. Yo les voy a ganar porque ya compré a la policía y al juez’”.
El Mocase VC señaló que hay un complot empresario de los medios para silenciar estos atropellos y, a la vez, explicó que lo que ocurre con el juez Mansilla no es un caso aislado en Santiago del Estero y que son muchos otros los que también favorecen el despojo de los campesinos pobres a favor de los empresarios.
Confiscación
Y dio más ejemplos: “Otra cosa que hacen es usar imágenes satelitales, dicen que para tener una imagen de la situación real de los terrenos. Entonces, aparecen los pobladores agrupados en una zona bastante reducida. Que es real que viven más o menos juntos, en zonas pequeñas. A veces porque es la única (o de las pocas) zonas en las que hay agua y es fácil hacer un pozo. También porque es más fácil vivir cerca de otros, para ayudarse… Y porque los humanos somos gregarios, vivimos en comunidades. Bueno, a partir de estas fotos, los jueces dicen que los pobladores no ‘colonizaron’ todo el terreno, les dan la posesión, por ejemplo, de seis o diez hectáreas y el resto de las tierras salen a la venta y se la quedan los empresarios”.
Son terribles denuncias de lo que viene ocurriendo con los campesinos pobres. Muchos de ellos no sólo han perdido sus tierras, sino también sus vidas precisamente por defender sus derechos.
Orientación política
De toda esta situación, el Mocase VC no saca ninguna conclusión política, hace aparecer sólo a empresarios, los comisarios, los sicarios y la Justicia, pero no dicen nada del régimen zamorista -o sea del poder político en la provincia.
El Mocase VC recientemente decidió constituirse en partido político sin disolver al movimiento de lucha en el campo y lo más importante que acompañó esta decisión es que en las próximas elecciones van a apoyar el retorno de Gerardo Zamora a la gobernación provincial. Precisamente por ello, las denuncias del Mocase VC van a caer en saco roto, son estériles, pues precisamente la asociación ilícita que el Mocase VC denuncia que opera en Santiago contra los campesinos tiene una jefatura, y es precisamente el régimen zamorista, con quienes han forjado una alianza política electoral. Fue bajo el zamorismo que se dio un enorme impulso al desmonte y la expulsión de los campesinos pobres, e incluso los crímenes de Cristian Ferreyra y otros. Fue bajo el régimen zamorista que las guardias blancas, bandas parapoliciales, operaron con completa impunidad, incluso quemando las viviendas de los campesinos para expulsarlos. Todas las medidas que se anunciaron para apaciguar la situación en el campo fueron un fraude y sólo sirvieron de pretexto para que las organizaciones y algunos representantes legislativos que les responden apoyen al gobierno zamorista.
En la base campesina hay un gran descontento. La defensa de los intereses de los pequeños campesinos requiere de otra estrategia. Sus organizaciones de lucha deben romper con el gobierno para poder desenvolver un movimiento de lucha en unidad con los explotados y oprimidos de los centros urbanos de la provincia y del resto del país.