Ante la ruptura de Izquierda Unida en Santiago del Estero, al incorporarse el Partido Comunista al Frente Multisectorial con fuerzas que apoyaron e incluso integraron el gobierno de la Intervención de Lanusse, y que postulan como candidatos a referentes de derecha del clericalismo provincial, el Movimiento Socialista de los Trabajadores-Teresa Vive accedió a reunirse con el Partido Obrero para discutir la conformación de un frente de izquierda para las próximas elecciones de constituyentes.

La posición del Partido Obrero fue que la discusión de un frente de izquierda en Santiago debía servir para impulsar la conformación de un frente ciento por ciento de izquierda a escala nacional.

La respuesta de parte de los dirigentes del MST fue que la conformación de un frente de izquierda a escala nacional debía contemplar la incorporación e inclusive las candidaturas de figuras como las de Mario Cafiero, Jorge Rivas, Alicia Castro…, o sea de personalidades vinculadas a la burocracia sindical, referentes políticos del aparato del clero o del centroizquierda, contrarias a los programas y las luchas que viene protagonizando el pueblo argentino.

Frente a esta propuesta el Partido Obrero desistió de formar un frente con el MST-Teresa Vive, que sólo serviría para encubrir las maniobras que en nombre de la izquierda se están realizando para impedir la constitución de un frente ciento por ciento de izquierda a favor de encumbramiento de arribistas que vienen a usar a la izquierda sólo para renovar sus bancas parlamentarias.