Santiago: El PO ante la convocatoria constituyente
El mismo día que firmó la convocatoria a elecciones para convencionales constituyentes, el interventor Lanusse le pidió la renuncia al ministro de Gobierno, Ilarregui, hombre del riñón de Kirchner. Ilarregui es también el vértice del aparato punteril que la Intervención estaba consolidando con las intendencias peronistas.
En la crisis santiagueña se reflejan los diversos realineamientos que se van operando en el ámbito nacional: con el giro de Kirchner hacia el duhaldismo, Ilarregui había comenzado un fuerte acercamiento hacia el interventor del PJ, el duhaldista Rafael González, lo que dejó a -Lanusse ¡hombre de Beliz y del Opus Dei- “pedaleando en el aire”. Así, el “Foro de Intendentes Peronistas”, de ser el aparato que Lanusse iba a usar para las elecciones pasó súbitamente al campo de los adversarios de la Intervención.
De ahí que dos semanas atrás, Lanusse reemplazara a numerosos comisionados municipales por hombres “propios”, y que la prensa se hiciera eco de la posible intervención de distintos municipios (Las Termas, Ojo de Agua, etc.). En la pequeña localidad de Estación Simbolar, un sector patronal alentó la resistencia a la destitución del comisionado, lo que concluyó con la renuncia del reemplazante. De igual manera, el pacto de “paz social” firmado por la burocracia sindical hasta mayo de 2005, bien puede quedar en el olvido: “ATE informó que la próxima semana declarará el estado de alerta y movilización en varios municipios del interior ‘en defensa de las autonomías municipales”’ (Nuevo Diario, 7/8).
A la Intervención se le han achicado los márgenes de maniobra política. Algunos sectores de la Iglesia le han quitado su apoyo y el jefe de Gabinete debió salir a desmentir la renuncia de Lanusse.
Alineamientos
Un arco sustentado en el viejo aparato juarista, el ala de la UCR que preside Zavalía, y el sector kirchnerista de Chabay Ruiz, ha declarado su boicot a la convocatoria a la Constituyente por parte de la Intervención. Este sector es apoyado por el grupo Ick, el Yabrán juarista.
Los que apoyan la convocatoria se encuentran agrupados en la Multisectorial. Allí han recalado desde la Iglesia, el ala de la UCR que preside Zamora (actual intendente de Santiago), el centroizquierda, agrupamientos de derechos humanos, sociales, un ala del Mocase y hasta la izquierda democratizante (el PC y las dos alas del MST).
La Multisectorial presentó un proyecto de reformas que evade cuidadosamente la cuestión de la tierra. En Santiago, un puñado de terratenientes monopoliza la tierra y el agua, y otro puñado, donde hay opositores y oficialistas (Ick, Sarquis, Curi), se reparte, además, el resto de los grandes negocios (construcción, medios, bancos, comercio, etc.). La Multisectorial fogonea la idea de que la miseria, la desocupación, y el atraso general de Santiago obedecen a su Constitución.
Por una alternativa obrera y socialista
El Partido Obrero denuncia las limitaciones de la convocatoria. La Constituyente está condicionada por la Intervención y los monopolios capitalistas. Por otro lado, la convocatoria reglamenta el alcance de las reformas, excluyendo el régimen de propiedad de la tierra y demás recursos productivos y financieros.
El Partido Obrero interviene planteando la necesidad de una Asamblea Constituyente libre y soberana para proceder, en primer lugar, a expropiar el latifundio y entregar la tierra a los campesinos trabajadores. También plantea la jornada laboral de emergencia de 6 horas; el aumento del salario mínimo a 750 pesos; la expropiación de los grandes grupos económicos, la reapertura del Parque Industrial y de toda fábrica cerrada, para poner esos recursos en función de un plan productivo bajo gestión del pueblo trabajador; la triplicación del presupuesto de salud y educación; un Plan Popular de Viviendas bajo control obrero; la disolución de todos los aparatos represivos, la elección popular de los jueces y de todos los funcionarios políticos, elegibilidad y revocabilidad de todos los cargos públicos, salario de los funcionarios que no supere el salario de una directora de escuela.
Estas reivindicaciones de tierra, pan y libertad son incompatibles con el actual régimen político. El Partido Obrero llama a todas las organizaciones que se colocan en el campo de la lucha a un frente único para impulsar una alternativa obrera y socialista.