Políticas

16/8/2012|1235

Scioli encara el trabajo sucio del ajuste

Deuda en dólares por educación

No cabe duda alguna. La caída de la ministra de educación bonaerense, Silvina Gvirtz, es un nuevo capítulo de la guerra fría entre el cristinismo y Scioli. Un período que se abrió con la frágil tregua firmada entre Cristina y el gobernador, mediante el otorgamiento de fondos del Anses para pagar el aguinaldo.


La renuncia de Gvirtz constituye una “danielización” del gabinete, exactamente lo contrario de lo que pretendía el camporista vicegobernador Mariotto, cuya estrategia desde el primer día fue nombrarle a Scioli, como mínimo, el ministro de Seguridad. De una u otra manera, esta movida agudizará las disputas en laLegislatura bonaerense y en las operaciones para cooptar los intendentes a una y otra fracción.


Scioli lanzó un plan de ajuste en la educación, específicamente contra los docentes (ver artículo) “a la López Murphy”, mediante el cual pretende ahorrar 1000 millones de pesos anuales, cortando suplencias docentes. Para ello puso al frente de la cartera educativa a una fiel ex ministra de Economía. La línea de recorte en los comedores y control de ausentismo que ya venía llevando Gvirtz, se profundizará.


Mariotto se reunió previamente con la renunciante y habilitó la retirada, prometiendo no obstaculizar el nombramiento de Nora De Lucía, en la línea de la Casa Rosada de que el trabajo sucio quede a cargo del personal del gobernador. De conjunto, Cristina descarga parte de los costos políticos del ajuste del inviable presupuesto nacional sobre los gobernadores, de manera de comprometer al peronismo en su conjunto en su política y salvar el control del timón.


Esta política en educación es el reverso de la moneda de un endeudamiento “autónomo” de la provincia para cerrar el año sin depender de un nuevo y traumático adelanto del Tesoro Nacional. El gobierno provincial emitió deuda por 200 millones de dólares a una tasa que resulta astronómica.La suscripción de bonos en dólares cuadriplicó la suscripción esperada de 50 millones. Claro, se trata de bonos al 9%, a un año, pero en dólares. Se hizo ruido acerca de la suscripción de parte de esta deuda por parte de algunos municipios superavitarios de la provincia. Pero los municipios suscribieron apenas 5 millones de pesos sobre 2.800 millones que tienen en plazos fijos. Se trata de un huevo en la canasta de Scioli que pusieron Massa, de Tigre, Eseveri de Olavarría, Espinoza de La Matanza y unos pocos más, pero el grueso prefirió no involucrarse.


El mecanismo de bonos nominados en dólares con semejante tasa es más que atractivo, sobre todo cuando está prohibida la compra de dólares para atesoramiento financiero, pero es explosivo para las finanzas de una provincia ya endeudada en 14 mil millones de dólares para pagar gastos, tan corrientes como los sueldos y aguinaldos. Se canjeado un endeudamiento en dólares por educación, en el preciso momento en que se conoce que la mitad de los chicos argentinos, y especialmente bonaerenses del conurbano, no terminan el secundario.


Scioli no respondió, por ahora, ni a favor ni en contra del planteo de De la Sota del pacto fiscal del 92, y difícilmente se inscriba en esa estrategia en lo inmediato. Pero recorre una línea económica de endeudamiento propio en espejo con el gobernador cordobés. Luego se conoció la estatización del tramo on line del juego en la provincia que factura 360 millones anuales, cuya concesión era pretendida por Boldt SA. Para el resto del juego, se prevé la renovación de los jugosos contratos de toda la red privada con un aumento del 8 al 11 o 12 por ciento por Ingresos Brutos. Mediante esta maniobra “estatista” menor del gobernador, se bloqueó la posibilidad de un ingreso mayor del clan de Cristóbal López al juego de la provincia, que es el objetivo del cristinismo.


En resumen, se ha agudizado una crisis política que busca resolver la inviabilidad del régimen de subsidios, privatizaciones y deuda externa, contra las masas populares. Y que, por lo tanto, replantea la necesidad de una intervención independiente de los trabajadores. El ataque a la educación a la “López Murphy” pondrá a prueba a las organizaciones docentes, puesto que ya no se trata de una mera reacción contra el no pago de salarios, sino de la defensa del estatuto del docente frente a un planteo económico de conjunto que ajusta a través de la educación y contra los docentes, cuya bandera de largada fue el discurso presidencial en la apertura de sesiones legislativas -“tienen tres meses de vacaciones al año, trabajan cuatro horas y encima paran”.


El movimiento sindical y de lucha docente y estatal tiene que discutir un plan reivindicativo y una salida económica y social para que la crisis la paguen los capitalistas. Se replantea cada día la necesidad de fusionar el movimiento obrero con una salida política de los trabajadores.