Políticas

6/8/2023

Se anuncian las nuevas obras para la exportación de hidrocarburos

Después a haber inaugurado la mitad del Gasoducto Néstor Kirchner.

Gasoducto Néstor Kirchner.

Tras el acto de inauguración de la mitad de la extensión del Gasoducto Néstor Kirchner, y en el marco de la campaña con Sergio Massa a la cabeza, el gobierno anuncia nuevas obras relacionadas a la exportación de hidrocarburos.

Se trata, en la mayoría de los casos, de obras cuyo costo es de varios centenares de millones de dólares cada una. Para un país con sus reservas en divisas en negativo, queda claro que si esas obras se concretaran será con financiación externa, lo cual aumentaría la deuda. Para el caso que la financiación la aportara alguna multinacional “asociada” a la obra, será un grillete más puesto al posicionamiento político internacional del gobierno, o sea, un eslabón más de coloniaje.

En ese sentido el gobierno “nac&pop” acaba de dar una inequívoca muestra más que apunta en ese sentido: ha rechazado con todos los inconvenientes y costos adicionales que se derivan de ello, un buque cargado con GNL por provenir de yacimientos rusos. Sumándose así en modo real al boicot que promueve la Otan. Tantas visitas y reuniones con el generalato del Comando Sur del Ejército de EEUU tiene aquí una expresión cabal.

A partir de inicios de agosto se iniciará la exportación en firme de petróleo a Chile por el Gasoducto Transandino que parte de Neuquén. Se estima una venta de alrededor de 70.000 barriles diarios y que puede llegar a los 110.000 a fines de año. Los propietarios del ducto son YPF, Chevron y Vista (la empresa que armó Miguel Gallucio con fondos de inversión). Se espera exportar por esta vía unos 1.600 millones de dólares anuales, que irá al bolsillo de las empresas en función de las ventajas otorgadas a la exportación petrolera, quedando solo migajas y contaminación en la provincia.

Nos obstante el plato fuerte de los proyectos es la construcción de una planta de GNL que la malaya Petronas haría en sociedad con YPF con una inversión de U$S 10.000 millones en la zona de Bahía Blanca para exportar.

Por su parte YPF, con una inversión de 1.200 millones de dólares construiría un oleoducto con destino a la exportación desde Vaca Muerta hasta el puerto de Punta Colorada en la provincia de Río Negro (en las cercanías de Sierra Grande). El ducto que debe construirse tiene una extensión de más de 600 kms., con sus respectivas obras conexas (plantas de bombeo, etc.), así como la playa de almacenamiento con 20 tanques de reserva sobre una superficie de 250 hectáreas sobre la costa (que sería más grande que la que posee Ebytem Oiltanking en Puerto Rosales en cercanías de Bahía Blanca) y un nuevo puerto. En este sentido hay que recordar que para habilitar las obras, el año pasado la Legislatura rionegrina modificó la ley Nº 3308 con el voto favorable de JSRN, Juntos por el Cambio, FdeT y Unidad Ciudadana, ya cuyo artículo primero prohibía “el desarrollo de infraestructura para el transporte de crudo o gas desde las costas rionegrinas” y constituía una traba legal para el proyecto (ver Prensa Obrera del 28/8/2022).

En la zona de Punta Colorada, también está asentado el proyecto del llamado hidrógeno verde que promueve la minera australiana Fortescue. Otro proyecto energético anunciado con bombos y platillos, pero que ahora parece paralizado. Hace apenas hace dos meses el secretario de Planificación de Río Negro, Daniel Sanguinetti, dijo que “no hemos recibido comunicación de la empresa” anunciando la paralización. (ADN, 16/5/2023).

La otra obra con un objetivo exportador es la reversión del gasoducto Norte que viene desde Bolivia, para cambiar el sentido de circulación y poder utilizarlo para exportar gas, no para importarlo.

Es una obra de más de 700 millones de dólares (que tiene financiamiento solo por el 75% de su costo de obra) para hacer llevar el gas de Vaca Muerta al sistema del norte del país y poder conectar para su exportación hacia el norte de Chile y Bolivia. Para eso también hay que realizar un enganche entre el sistema de gasoductos de las transportadoras Gas del Norte y Gas del Sur, construyendo un tramo de un nuevo gasoducto de 122 kilómetros dentro de la provincia de Córdoba. Uno de los destinos declarados para esta obra por la secretaria de Energía de la Nación, Flavia Royón, es garantizar gas para la megaminería y la creciente explotación del litio en las provincias norteñas.

Según el Censo Nacional a la Actividad Minera del año 2017, un 40% de la energía que consume el complejo minero proviene del uso de gas.

Esta obra de reversión se completa con la ejecución que debería hacerse de la segunda mitad del Gasoducto Néstor Kirchner, desde Saliquelló hasta San Jerónimo (un punto nodal de los ductos que llegan desde el norte del país) y así empalmar con el sistema norte de gasoductos. Esta segunda etapa implica conseguir financiación por no menos de otros 700 millones de dólares.

El mucho ruido para los pocos dólares que sobreviven en el Banco Central. La necesaria financiación externa hará crecer el endeudamiento, para obras que refuerzan la primarización de las exportaciones y el papel de sometimiento nacional al gran capital internacional. Y todo en el afán de “ahorrar” dólares para garantizar los pagos al FMI y otros acreedores.

Romper con el FMI, repudiar la deuda usuraria y que financió la fuga de divisas, junto a la nacionalización bajo control obrero de toda la industria energética, tal como plantea la izquierda que se planta, es la única salida a favor de la clase obrera y los sectores populares.

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