Políticas

24/9/1999|643

Se arrepienten pero no se corrigen

El voto en blanco puede ser caracterizado, a esta altura, como una tendencia ‘oficial’ integrada por ‘comunicadores’, dirigentes sindicales y punteros que, en un caso, provienen del desmoronamiento de la candidatura de Duhalde y, en el otro, del desparramo de ‘viudas’ y ‘heridos’ que provocó la disolución del Frepaso en la Alianza.


A esta legión acaba de incorporarse la revista Línea (setiembre), para quien “después de muchas idas y venidas… finalmente Eduardo Duhalde ha definido su proyecto: eligió ser el candidato del oficialismo”, es decir del menemismo. Como a su vez, la Alianza, “defección del Frepaso mediante, no ha levantado ninguna de las banderas caras a las bases peronistas” la conclusión es que”los trabajadores y sectores mas humildes se encuentran hoy sin expresión política electoral”. Estos mismos duhaldistas despechados saludan, en cambio, a la nueva conducción de la UIA, porque”ha denunciado con claridad al poder económico financiero hegemónico” y más aún porque “su convocatoria al ‘polo productivo’ es convergente con la larga lucha del sindicalismo opositor encabezado por el Mta y las organizaciones de las pymes”.


¡El ‘polo productivo’ de la UIA con la Cámara de la Construcción y la oligarquía terrateniente está orientado a lograr la profundización de la flexibilidad laboral!, además de buscar la refinanciación masiva de sus deudas.


Los dirigentes de la UIA han saludado la nueva rebaja de aportes patronales contenida en el presupuesto 2000, y no existen fisuras en el naciente ‘Polo’ en cuanto a imponer un IVA provincial que descargue aún mas el peso de la crisis fiscal sobre los trabajadores o reclamar una nueva reforma laboral que dé vía libre a los ‘contratos basura’, rebaje aún mas las indemnizaciones y destruya los convenios por industria. Gran parte del ‘Polo Productivo’ acaba de saludar el compromiso de De la Rúa a favor de “una reforma (laboral)… razonable” (Clarín, 16/9).