Políticas

20/6/2002|759

Se disputan el cadáver de Kammerath

Ha recrudecido el enfrentamiento entre el gobierno de De la Sota y el de Kammerath. La Municipalidad y el Consejo Consultivo denunciaron al gobierno provincial por el manejo de los planes Jefes y Jefas de Hogar y motorizaron denuncias por el reparto de las cajas de comidas. Este ataque refleja la certeza de parte de Kammerath de que De la Sota está impulsando su relevo. Kammerath es un cadáver político, que De la Sota teme que pueda arrastrar al gobierno provincial a la caída. La lucha por el manejo de los planes y los bolsones revela, además, la desesperación por armarse de una base electoral basada en la miseria de la población.


El relevo de Kammerath es el debate central hoy en Córdoba. La lucha de los municipales y la hecatombe del transporte lo han colocado al rojo vivo, abriendo el camino para que se convoque a una Asamblea Constituyente en la ciudad y la provincia.


Después de la asamblea popular y el paro del 11 hubo una reunión con el intento de conformar una multisectorial para “que se vaya Kammerath” impulsada por el sindicato municipal. La mayoría de los participantes adelantaron su posición de buscar una forma “creativa” para sacarse de encima a Kammerath en el “marco de la legalidad”. Entre las propuestas “creativas” figuran los pedidos de revocatoria, de apagones y, como no podía faltar, una consulta popular imitando la consulta de diciembre del Frenapo. En el debate, los defensores de estas propuestas resaltan justamente que se buscaba evitar la irrupción del pueblo al estilo del 19 y 20 de diciembre. Mostraron su preocupación de que el relevo de Kammerath se haga en los términos del “estado de derecho”.


Como señalaron representantes de algunas asambleas populares, lo que corresponde es poner en marcha una gran movilización popular hasta que Kammerath caiga y se resuelvan los problemas de la población.


El Partido Obrero apuesta a la intervención popular en esta crisis y valerse de ella para establecer una salida propia de los trabajadores. Existe ya un programa para ello, que el pueblo de las barriadas obreras, los municipales y los trabajadores del transporte han venido desarrollando con sus luchas, y que tiene como ejes la salud, la desocupación, el transporte, las obras públicas, el rechazo a las tercerizaciones y privatización de servicios, etc. La crisis de poder tiene una única salida y ésta pasa por la caída del conjunto del gobierno (¡que se vayan todos!) y que un gobierno surgido de la movilización popular convoque a una Constituyente para reorganizar toda la ciudad. Sobre esta base impulsamos las asambleas populares y la huelga general. Al cadáver de Kammerath tenemos que enterrarlo los trabajadores.