Políticas

19/1/2019

Se fundó la coordinadora de villas por la urbanización real en la Ciudad de Buenos Aires 

Una asamblea realizada en Villa 20 con más de un centenar de vecinos, en representación de diferentes barrios, resolvió poner en pie una coordinadora de villas para poder integrar y unir la lucha por el derecho a la vivienda en los diferentes barrios de la Ciudad. La asamblea contó con la presencia de vecinos de la Villa 20, la Villa 31, del Playón de Chacarita, y de otros barrios que son parte de los procesos de “urbanización” del Gobierno de la Ciudad. Se decidió también la realización de asambleas en el resto de los barrios y elaborar un pliego de reclamos con todas las demandas y críticas planteadas. 


Ya hace varios años que la política de erradicación de villas de Mauricio Macri fracasó. La resistencia villera y el crecimiento de los barrios populares, producto de la suba del valor de las propiedades que trae aparejada la especulación inmobiliaria en la Ciudad, obligaron a su sucesor Horacio Rodríguez Larreta a cambiar de estrategia.  


El impulso inmobiliario que potenció Rodríguez Larreta en la Ciudad planteó la necesidad de llevar adelante un “desarrollo urbano” en las zonas aledañas a las villas. Con esta idea, votaron leyes de urbanización y se comenzaron a hacer obras. Sin embargo, estos procesos contienen una contradicción: por un lado, atienden un reclamo histórico de los vecinos, por lo que debemos verlos como una conquista; por el otro, si estos procesos no los controlan los propios vecinos van a ser la vía de expulsión de sus barrios. 


Denuncias


Los vecinos de la Villa 20, cuyas obras dependen del IVC (Instituto de Vivienda de la Ciudad), denuncian que los únicos trabajos que han avanzado son los de las viviendas nuevas, mientras que el resto de la villa sigue en emergencia absoluta (solo se han realizado obras cosméticas). Pero inclusive en el caso de las viviendas nuevas hay problemas, dada la precariedad de las obras y el hecho de que no se reconoce la totalidad del valor invertido por las familias en sus construcciones a la hora de realizar los canjes. Al mismo tiempo, muchos edificios de vivienda nueva tienen tarifas muy elevadas que los vecinos no pueden pagar en un contexto de crecimiento de la pobreza. 


En el caso del Playón de Chacarita, los punteros políticos agreden física y verbalmente a las activistas que reclaman -en los espacios de diálogo con el gobierno- por las obras que se deben llevar adelante.


El caso más descarado, sin embargo, es el de la Villa 31, donde la ley de urbanización está directamente dictada por los pulpos inmobiliarios y bajo el titulo de “urbanización” se pretende endeudar e hipotecar a las familias. Es decir, se plantea lo opuesto al arraigo y a la radicación definitiva.


Por una ciudad para los trabajadores 


Para hacer pasar sus planes, el Gobierno de la Ciudad se valió de la cooptación de referentes históricos de barrios y villas, e incluso de las organizaciones sociales que durante años pelearon por el derecho a la vivienda. Es en estas condiciones que nace esta coordinadora de villas por la urbanización real, que pretende ser un canal para unir la luchas de todos los barrios y fortalecer la pelea para que se garantice una urbanización en función de las necesidades de los vecinos y no de los especuladores.

 

Luchamos por una ciudad para los trabajadoras y por el derecho a la vivienda digna para todos los vecinos de los barrios. Planteamos el control vecinal de las obras y la organización de asambleas por manzana, denunciamos los desalojos forzosos y el accionar de las patotas en los barrios, queremos la urbanización para la radicación de los vecinos en su barrio y en su ciudad. 


Ahora se realizarán asambleas en varias villas de la Ciudad para levantar estos reclamos y empezar la coordinación. Llamamos a todas las organizaciones de lucha y a todos los vecinos a sumarse a esta iniciativa. En el mes de febrero, se realizará una asamblea general abierta frente a la Jefatura de Gobierno, donde se discutirá la participación de una movilización a la Legislatura porteña el próximo 1 de marzo, con el objetivo de que el jefe de gobierno reciba todos los reclamos de las villas de la Ciudad.