Asamblea obrera en Ferro
¡Se hizo la asamblea de trabajadores!
“Altamira, ‘Goyo’ Flores, por el Frente de Trabajadores”
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Dicho y hecho. El Partido Obrero planteó hace tres meses como cuestión central del proceso político que debía impulsar la izquierda, la realización de un Congreso abierto de Trabajadores, y señaló que lo llevaría a cabo en cualquier circunstancia. El sábado pasado, 17 de diciembre, esa Asamblea Obrera se hizo y cumplió acabadamente su objetivo político.
Dicho y hecho. El Partido Obrero planteó que la movilización política concierte del activismo de la clase obrera, de los oprimidos y de la juventud es la condición de un verdadero proceso de organización de la vanguardia obrera y es el principio mismo del frente único de las masas que se erigen en forma independiente en oposición al Estado capitalista. Consecuentes con esto, los militantes del Partido Obrero hicimos nuestra asamblea abierta al conjunto de los trabajadores políticamente activos.
La característica más importante de la Asamblea que se realizó en Ferro fue la conciencia de los allí presentes de que efectivamente se estaba elaborando colectivamente un programa que era el resultado de la experiencia política obtenida en la lucha práctica de todos los días. Hicieron uso de la palabra más de una treintena de compañeros; entre ellos, representantes de más de diez barrios en lucha; activistas destacados de la última huelga docente; una decena de delegados de fábrica o miembros de comisiones internas; varios organizadores de la juventud de diversos lugares del país.
La Asamblea fue una gran escuela política de trabajadores, lo que provocó una intensa emoción en todos los concurrentes. La composición del Congreso fue obrera hasta los tuétanos. Cada aspecto de la vida social y política de los trabajadores se reflejó en sus más diversos matices.
La conclusión común de todas las intervenciones fue: independencia política de la clase obrera. Hasta la exposición más rudimentaria no dejó de desenmascarar el carácter de clase del régimen democratizante y, más aún, la incapacidad de la burguesía en todos los ámbitos por organizar el Estado en términos de democracia política. La Asamblea contrapuso los métodos de la democracia obrera a la dictadura práctica de la “democracia” burguesa.
La Asamblea tuvo por base innumerables asambleas previas, cuyas resoluciones fueron leídas escrupulosamente. A su vez, los asambleístas resolvieron realizar nuevas asambleas para elegir los candidatos en todos los distritos, de modo de poner en pie un frente de trabajadores. La Asamblea tomó a su cargo la elección de las principales candidaturas nacionales, proclamadas por ovación.
“Cata” Guagnini, nuestra gran luchadora del movimiento de familiares de los compañeros desaparecidos fue lanzada como candidata a diputada por la Capital Federal, junto a Pablo Rieznik a senador— secuestrado y torturado por el régimen militar, que salvó su vida en mayo de 1977 gracias a una intensa movilización nacional e internacional. Eduardo Martínez, delegado general de banco, organizador de cuanta lista antiburocrática hubo en la Bancaria, fue elegido candidato a concejal.
Juan Carlos Capurro, gran luchador y organizador barrial del gran Buenos Aires y de la Capital, fue designado candidato a diputado provincial por la tercera sección de la provincia de Buenos Aires, encabezando de este modo a los luchadores barriales que serán elegidos en la Matanza, Lomas de Zamora, Quilmes, Avellaneda, Almirante Brown y el conjunto de distritos de la zona sur del conurbano.
Nora Biaggio, destacada dirigente docente, fundadora de la Unión de Trabajadores de la Educación de General Sarmiento, fue escogida como candidata a diputada provincial por la primera sección electoral, es decir de la zona norte del gran Buenos Aires. Amelia García, otra gran activista docente, dirigente de la Naranja y de los maestros autoconvocados de La Plata, fue proclamada también candidata a diputada provincial por ese distrito. Estas compañeras son también reconocidas luchadoras barriales, como es natural en todo verdadero docente que lidia cotidianamente con la educación de los trabajadores en las misérrimas condiciones del régimen capitalista
Daniel Blanco, fue ovacionado cuando se conoció su designación como candidato a diputado por la asamblea de trabajadores de Tucumán. Luchador juvenil en la secundaria, activista obrero y constructor revolucionario, Daniel Blanco es uno de los grandes dirigentes del Partido Obrero.
Gregorio Flores y Jorge Altamira fueron seleccionados como candidatos a diputado por Córdoba y la provincia de Buenos Aires, respectivamente. Estos dos compañeros integrarán asimismo la fórmula presidencial del Frente de Trabajadores. La propuesta de esta fórmula fue recibida por la Asamblea al grito unánime de “Altamira, ‘Goyo’ Flores, por el Frente de los Trabajadores”.
La Asamblea de Ferro ha abierto una nueva etapa política para la organización revolucionaria de la vanguardia obrera. Apenas 24 horas más tarde, en una “interna” con participación social indiscriminada, que tuvo por soporte una carísima campaña previa con dineros que no vienen prestamente de los bolsillos de los explotados, la izquierda democratizante ponía en pie un frente electoralista de clara colaboración política con el régimen burgués presente. Consagraba candidatos a hombres comprometidos con un pasado de apoyo a la dictadura militar. Ratificaba de hecho el voto a Menem en el podrido Colegio Electoral. Los aparatos derrotaban la intervención conciente de los militantes y salvaban de ese modo una histórica política de Seguidismo a la burguesía nacional. El contraste no podía ser mayor.
Compañeros activistas y luchadores: Vengan al Frente de Trabajadores. Construyamos todos juntos el frente único de los explotados para acabar con la barbarie del capitalismo y con el sometimiento de la Nación.