Políticas

21/9/2000|681

Se necesitan coimeros… para votar el presupuesto del FMI

El sistema democrático se perfecciona día a día.


Luego de los sobornos en el Senado, los coimeros se esmeraron ante la policía para que pudieran escapar dos acusados por el asesinato del paraguayo Argaña.


Intuyendo un final próximo, los usureros se esfuerzan por arrebatar lo que queda.


¿Pero es posible que un Senado denunciado por coima se atribuya el derecho de votar el presupuesto para el 2001, diseñado en las oficinas del FMI?


Es lo que el gobierno de la Alianza está empeñado en hacer en yunta con el PJ y sus gobernadores.


Un presupuesto que, excluidos los gastos previsionales, destina más del 30% del dinero del país, unos 11.500 millones de dólares, al pago de los intereses de la deuda externa. Un presupuesto que prevé incrementar todavía más la deuda externa y aumentar los intereses a pagar al año siguiente en otros 2.500 millones, lo cual los llevaría a 14.000 millones de dólares.


Un presupuesto que mantiene la rebaja del 12% en los salarios de los trabajadores del Estado.


Que disminuye, al menos relativamente, las partidas para vivienda, salud y educación.


Que para las patronales prevé reintegros mayores a la exportación y una disminución de los impuestos a los intereses.


Un presupuesto que mete en rentas generales al funcionamiento del Pami pero que quiere un Fondo especial, formado con más deuda externa y con el dinero de la venta de valiosas propiedades públicas de la Capital, para financiar las obras de la patria contratista.


Los impolutos de la Alianza, encabezados por el re-impoluto Alvarez, llaman al Senado coimero a que les vote este Presupuesto usurero.


Este es el estado de situación.


Para ponerle fin: Plan de lucha hasta la derogación del ajuste, de la reforma laboral y de los impuestazos al consumo. Por un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar, por una jornada de ocho horas.


Por la reestatización de las AFJP y de YPF. Por el cese del pago de la deuda externa. Por la nacionalización de los bancos. Control obrero. Plan económico y político bajo la dirección de los trabajadores.


Que se convoque a una Asamblea Constituyente para reorganizar política y socialmente la Argentina.