Se refuerza la lucha por una nueva dirección

Gran elección de la Ortuta

El viernes 26 de marzo se desarrollaron las elecciones de delegados en la empresa Ciudad de Córdona, con un una participación de 685 compañeros (80% del total).

Ganó la lista de la empresa y el sindicato con 256 votos, segunda quedó la Ortuta con 224 (33%) y mucho más atrás las listas 1 y 2.

La elección polarizada en esos términos refleja la transición que está en pleno desarrollo en la UTA cordobesa. Los delegados de la patronal lograron retener los cargos por un escaso margen, apelando a toda de clase de presiones y prebendas -las cuales fueron financiadas directamente por la patronal, al igual que su campaña electoral. El aparato del sindicato se alineó plenamente con esta lista. La Ortuta montó una campaña por la “defensa del salarios y las condiciones de trabajo” y desarrolló un programa que recogía las luchas y reclamos de último período, denunciando todas y cada una de las arbitrariedades de la patronal. En cuanto a la forma de decisión, proclamó el método de la asamblea general. Antes de todo llamó a conformar una lista unitaria en contra de la patronal y sus “delegados”, y se ganó el apoyo de los compañeros del taller. Solicitó la solidaridad y el apoyo de los clasistas del subte, lo que se cristalizó en repetidas oportunidades.

El porqué no ganó la Ortuta se debe buscar en las restantes listas “opositoras”, que se llevaron un 28% de los votos entre las dos y que fueron totalmente funcionales a los intereses de la empresa: primero, negándose a conformar una lista unitaria y, luego, en la campaña, en la que se dedicaron exclusivamente a pegarle a la Ortuta. En boca de ellos: “que gane cualquiera antes que la Ortuta”. Así lo entendieron la empresa y el sindicato, que apoyaron esta división.

Desde que se conformó la Ortuta, hace menos de un año, es la segunda vez que por pocos votos no gana los cuerpos de delegados. Evidentemente, el proceso antiburocrático y de lucha por el que atraviesa el conjunto de los trabajadores de UTA busca una organización y dirección acorde a las tareas planteadas.

El sindicato y la patronal, concientes de este proceso, apelaron primero a los despidos y después a la división de la oposición. Con la primera les fue muy mal, con la segunda han zafado: por ahora la Ortuta ha quedado segunda. Por su programa, por sus métodos, por su combatividad, no quedan dudas que es ella quien mejor representa la necesidad de una nueva dirección en los sindicatos. En las próximas contiendas, electorales o no, y más temprano que tarde, la lucha obrera la pondrá en la cresta de su movilización. Enormes los compañeros que se jugaron todo en esta batalla. Hoy más que nunca se hace necesario reforzar el agrupamiento clasista.