Se rinden ante el FMI

El maridaje entre el FMI y el gobierno macrista ha dado una nueva vuelta de tuerca. Ahora, el FMI permite que el Banco Central venda los

dólares que le prestó a la Argentina… para alimentar la fuga de capitales.


“Rescate de la Argentina”, dicen los diarios. ¡No! Rescate de los especuladores.


Ello, hasta que las divisas se acaben y llegue la devaluación -y quién sabe- la cesación de pagos.


Pero en este plan de rendición colonial ¡están anotados todos los bloques políticos que aspiran a relevar al macrismo!


Kicillof, el ex ministro de Cristina, acaba de visitar Wall Street para asegurarle a los buitres que el acuerdo con el FMI y el pago de la deuda será religiosamente respetado, si el kirchnerismo vuelve al poder. 


Lavagna hizo lo propio hace algunas semanas, recordando que él “resucitó” la deuda defolteada de Argentina en 2005.


Massa pide un “gran acuerdo nacional”… para pagar la deuda. 


Todos se rinden ante el FMI. En consonancia con ellos, los socios sindicales de los candidatos capitalistas le temen como a la peste a una lucha a fondo contra el ajuste oficial.


La jornada del 30 mostró a numerosas franjas de la clase obrera queriendo luchar. Pero sus dirigentes no llamaron a continuar la lucha, sino a “votar bien”… a los mismos que quieren cumplir con la hipoteca colonial del FMI.


A contrapelo de ellos, el clasismo -con el Plenario Sindical Combativo- ganó las calles en reclamo de un paro activo de 36 horas,

como punto de partida de un verdadero plan de lucha.


Y el Frente de Izquierda, en su acto socialista e internacionalista, trazó una perspectiva política para que la enorme crisis nacional tenga una salida obrera.


Fuera el régimen del FMI! Que la crisis la paguen los capitalistas.