Políticas

10/5/2023

Más confiscación a los jubilados

Las organizaciones obreras deben tomar las banderas de lucha en sus manos.

La jubilaciones continuarán perdiendo contra la inflación.

El aumento de las jubilaciones y pensiones para el trimestre junio septiembre será del 21% ya que la movilidad se calcula mitad con el Ripte que da 22% (o del aumento de sueldos que da por Indec 18,2%, lo mejor) y la otra mitad por la recaudación tributaria de la Anses que da 18,5%. Los “magos” del Frente de Todos dejaron de lado la inflación que dijeron sería inferior a este cálculo, pero la realidad le ha dado la razón al Partido Obrero: la fórmula que nos impuso el gobierno kirchnerista es una permanente y demoledora licuación del poder adquisitivo de las jubilaciones y pensiones.

Esto implica que la mínima de $58.646 se iría a $70.985, la Puam a $56.790 y las pensiones no contributivas a $49.690. Todos importes de indigencia que no alcanzan a disimular los bonos por única vez y únicamente para los haberes mínimos. El FMI manda en el país y manda en la Anses.

Tal es así habrá un nuevo bono para “compensar” el hecho de que sin el mismo se cobraría por debajo de los haberes del trimestre anterior y menos que el 82% del Salario Mínimo Vital y Móvil. Serán $15.000 en junio, $17.000 en julio y $20.000 en agosto. Una miseria absoluta, cuando la canasta básica jubilatoria a abril está calculada en $202.064 y la inflación viene pulverizando la mínima aún con el bono de la vergüenza.

Este 21% afecta aun más a los que superan las dos mínimas que son alrededor de 2 millones de jubilados y pensionados ya que trimestre a trimestre, con movilidad por debajo de la inflación, van padeciendo el achatamiento de sus haberes.

Sin los bonos, la movilidad en 2022 fue de 72,5% contra una inflación anual del 94,8%. En marzo, la movilidad fue de 17,04% contra una inflación de 21,7% (Clarín, 4/05). Esta es la realidad.

Ajuste fondomonetarista

Esta verdadera carrera por hundir las jubilaciones y pensiones forma parte absoluta de las negociaciones y acuerdos en el FMI.

Su sistemático reclamo de lograr achicar el déficit fiscal tiene como víctimas directas a los adultos mayores. El gobierno de los Fernández y de los Massa cumple con sus dictados y exigencias. Pero no se detienen allí: usan los bonos en dólares del Fondo de Garantía de Sustentabilidad rematándolos a precio basura, ofreciendo dos negociados al capital financiero: comprar deuda en dólares por centavos y fugar capitales con un Contado con Liquidación más barato. Massa y Raverta son un dúo político antiprevisional bajo la dirección de orquesta de Cristina Kirchner y con música del FMI.

Desde luego, esto se lleva adelante con el apoyo explícito de la CGT, que se come la desvalorización de salarios en paritarias y ni se acuerda de los jubilados. No solo apoyando a Massa como ministro, lo que ya es una barbaridad, además lo promocionan como candidato buscando rescatarlo de su propio fracaso.

En la lucha electoral en curso, la cuestión jubilatoria debe ocupar un lugar destacado. Lo ocupa para el PO en antagonismo a todos los políticos capitalistas que coinciden en la agenda de la reforma antiprevisional y la van aplicando a medida que gobiernan.

En las 13 cajas provinciales se produce el mismo vaciamiento que en Anses. Como muestra está el IPS donde Kicillof mantiene miles de jubilaciones sin salir especulando con pagar su deuda con los fondos jubilatorios de su provincia. Demoras de hasta tres años están desatando movilizaciones autoconvocadas.

A este derrotero peronista Juntos por el Cambio lo redobla, compitiendo por derecha: en la reunión de la semana pasada estableció su plan de aumento de la edad jubilatoria, derogación de la moratoria, liquidación de los regímenes especiales y de las cajas provinciales y restitución de las AFJP como también lo sostiene Milei.

Salir a luchar

Las organizaciones de jubilados preparan nuevas jornadas nacionales de lucha. Como se hizo este 3 de mayo en Congreso y en varias localidades. El Plenario de Trabajadores Jubilados es impulsor número uno de este frente único y de las acciones de lucha y también parlamentarias para mejor desarrollar la batalla callejera y en las organizaciones obreras y populares.

Se plantea: aumento de emergencia para llevar a la mínima a 220.000 pesos; movilidad automática por inflación y por sueldos, lo que sea mejor; 82% móvil; jubilación universal para todos los trabajadores que no llegan a los aportes por haber trabajado en negro; equiparación de la Puam y las PNC al régimen general; derecho a pensión; devolución de los fondos usados por el gobierno nacional y por los gobiernos provinciales de la Anses y las cajas respectivas; restitución de los aportes patronales para jubilación. Pase a convenio en blanco de todos los trabajadores; dirección electa de trabajadores y jubilados en Anses, en las cajas provinciales y en las obras sociales.

No pago al FMI. Es necesario un paro nacional y un plan de lucha uniendo trabajadores ocupados, desocupados y jubilados.

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