Finalmente, después de 23 años de reclamo (12 de gobierno K), se votaría el 29 de abril la ley de resarcimiento a los ypefianos. La ley fue votada en Diputados en noviembre, pero el Senado demoró y postergó hasta fin de año su tratamiento para “revisar las cuentas”, en palabras de Aníbal Fernández.

Tres meses después, el Senado le introdujo reformas que obligaron la vuelta a Diputados.

¿Qué cuentas revisó el jefe de Gabinete?

El monto de la indemnización había sido fijado en 956 acciones para cada despedido (al valor que cotizaran cuando se publicara la ley aprobada en el Boletín Oficial). En noviembre, estaban en 459 pesos cada una, pero -a raíz de la crisis petrolera mundial- cayeron en marzo a menos de 300 pesos.

¡Gracias a la revisión de Fernández, cada ypefiano perdió alrededor de 100 mil pesos!

Esta caída llevó a que los ex trabajadores de YPF, organizados en la Coordinadora Nacional, reclamaran un piso y así lograron introducir que el valor mínimo para cada trabajador sea de 311 pesos por acción, el precio del día en que se trató.

La votación del plenario de Comisiones habilitó que el tema sea llevado a su votación final al recinto. Todo estaba listo para el día de la sesión de la ley de ferrocarriles, pero el kirchnerismo le impuso una postergación más, para desplegar un operativo político de confiscación de la iniciativa, como una gran reparación “nacional y popular” de las tropelías de “los '90”.

Todos los bloques derramaron discursos sobre su sensibilidad frente a la postergación sufrida por los ex trabajadores de YPF. Pero en estos 23 años todos gobernaron postergando a los trabajadores. Pitrola denunció en el plenario de Comisiones que el PRO, que ahora vota positivo, en noviembre de 2014 presentó un proyecto para frenar la demanda porque “no se puede votar una ley para cumplir otra”, y que los trabajadores sigan penando en la Justicia.

País, el diputado informante del FpV, planteó que los 4 mil trabajadores no despedidos de YPF fueron los privilegiados y que éstos deberían haber tenido que pagar a los 30 mil ypefianos despedidos (porque recibieron sumas de 90 mil pesos, que con el 1 a 1 de Cavallo se convertían en 90 mil dólares). Hacía aparecer a los laburantes actuales de YPF como responsables del no pago de estos 23 años. En realidad, el que hubiera tenido que pagar es Repsol. Pero el kirchnerismo le encajó sus pasivos al Estado, y los vaciadores de YPF se llevaron una superindemnización de 10 mil millones de dólares.

Pitrola denunció también esta posición antiobrera: los 90 mil dólares cobrados fueron una conquista y el concepto de los “obreros privilegiados” que planteó el kirchnerismo fue el de la dictadura. Las conquistas se extienden y no se denostan. El proyecto del PO planteó, justamente los 90 mil dólares, lo cual no fue aceptado, hasta llegar al actual consenso.

Las asambleas de la Coordinadora Nacional de ex Trabajadores de YPF votaron apoyar el consenso de las 956 acciones para cobrar de una vez por todas. Esta Coordinadora, refundada el año pasado, junto a la intervención activa de la bancada del PO, recreó un movimiento de lucha que estaba caído, traicionado por las promesas de partidos patronales y ninguneado por las burocracias sindicales petroleras.

Ahora, se trata de garantizar que, efectivamente, se discuta y vote el 29 de abril. La Coordinadora Nacional y el PO convocan a movilizar.

Este es el primer paso -dijo Pitrola-, luego seguiremos trabajando por el resarcimiento laboral (reincorporaciones, etc.) y previsional de los ypefianos. Y cerró con una idea de fondo: denunció a la burguesía que cuestiona la ley como “antecedente” y la reivindicó justamente como un gran antecedente para la clase obrera, “vamos -dijo- por la de telefónicos, petroquímicos, portuarios y las de todos los trabajadores víctimas de las privatizaciones”.