Servini de Cubría, Miguel Angel Toma y Luis Zamora
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Luis Zamora decidió apoyar la postergación de las elecciones decidida por Servini. Apenas desatada la polémica, Zamora tomó partido a favor del recurso presentado por Toma: “‘La convocatoria de Ibarra ya no daba tiempo para nada’”, dijo. Evidentemente (Ibarra y Macri) tenían un acuerdo (…) para polarizar la elección. Los Macri e Ibarra siguen determinando cuándo la gente puede decidir” (Página/12, 9/4).
Este punto de vista fue ratificado por los referentes locales de Kirchner, Rodríguez Saá, López Murphy y el radicalismo en la conferencia de prensa realizada el miércoles 10 de abril. Estos señalaron que Zamora “estaba de acuerdo”, pero no concurría por “malas experiencias anteriores al salir en fotos con miembros de otros partidos” (La Nación, 10/4).
La postergación es otra variante patronal que apunta a condicionar las elecciones porteñas al desenlace de las elecciones nacionales. Zamora viene de abstenerse en las elecciones nacionales argumentando que no permiten “que se vayan todos”. La porteña, en la cual se ha inscripto, tampoco. Pero se le ha escapado por completo que la función autoritaria de la elección presidencial desdoblada es proceder a un disciplinamiento político de todos los distritos al candidato presidencial ganador. Sin embargo, y como todos los demás, Zamora subordinó este problema central a cuestiones de cálculo electoral, y terminó emblocado en un frente reaccionario.