Sesión trucha de “anulación” de los indultos
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Bajo el título provocador, falaz y “berreta” de “El PO contra la nulidad de los indultos”, el MST “polemiza” en su periódico Alternativa Socialista (Nº 446, del 13/2) a fuerza de insultos y calumnias, contra la (o)posición del Partido Obrero a impulsar una sesión parlamentaria “especial” propuesta por Patricia Walsh en acuerdo con el ARI, la UCR, el PS y Claudio Lozano.
Indigna que el MST afirme que el PO “siempre mostró un llamativo desprecio por la lucha democrática”, cuando entre las fechorías del MST se encuentra la negativa a impulsar en 1975 la libertad de los presos políticos (de organizaciones armadas); la caracterización del golpe genocida del ’76 (mientras sus militantes eran secuestrados y desaparecidos) como una “dictablanda”; la promoción de una “amnistía general” (de los genocidas) en el ‘81. Ya en el ocaso del alfonsinismo, sacó una solicitada que apoyaba en los hechos la represión de La Tablada. El MST no tiene peso moral, histórico y político para demostrar su apego a la “lucha democrática”. Mucho menos cuando el PO fue una de las pocas corrientes de izquierda que durante la dictadura luchó incondicionalmente junto a las Madres y hasta fue un factor fundamental en la organización de los familiares de los compañeros desaparecidos, teniendo como máximo baluarte la inolvidable lucha de la compañera —ya fallecida— Cata Guagnini.
La “movida” del MST (y Walsh) no apunta de ningún modo a anular los indultos a los genocidas: se presenta en un escenario ficticio con una sesión “especial” (y también ficticia) donde no se votará absolutamente nada. Al contrario, esta bolsa de gatos promovida y fogoneada por el MST se destaca por impulsar la “reconciliación” con los genocidas, condenar los cortes de ruta y hasta defender las leyes de Punto Final y Obediencia Debida (como el caso del jefe de la bancada radical Fernando Chironi, que es parte de esta iniciativa). El MST sigue, en esta maniobra, la danza de Patricia Walsh con el forum de mujeres compuesta por figuras reaccionarias como Carrió, Patricia Bullrich y Norma Morandini.
En este sentido, la “nueva sociedad” del MST apunta a darle “oxígeno” a la candidatura prematura de Patricia Walsh —que languidece, luego de varios de meses de haber sido autoproclamada. También apunta a lavarle la cara al centroizquierda argentino, con el cual está buscando alguna suerte de alianza en la provincia de Buenos Aires de la mano del re-derechizado Partido Credicoop.
El porvenir de la lucha contra los indultos depende de la independencia política respecto del Estado y los partidos del sistema, y de la acción directa; no de movidas estériles y circenses, que van a parar a la cuenta de partidos patronales.