Políticas

2/3/1995|439

“Si el gobierno es incapaz se tiene que ir”

Palito está terminando su mandato con pena y sin gloria. Marginado de la candidatura a vice, no logró la reforma de la constitución provincial para in­tentar su reelección y ahora el PJ se le ha sublevado, imponien­do la realización de internas, donde su camarilla lleva las de perder, y no le han aceptado la maniobra de últimas de impo­ner la candidatura exclusiva de Evangelina. Las fanfarronadas sobre su candidatura presiden­cial para el ’99 son sólo para engañar a la gilada. Lo que está en discusión es si podrá comple­tar su mandato actual.


Hundimiento provincial


Como en las mejores épocas de Domato, el gobierno no puede pagar en término los sueldos y ha tenido que echar mano a una emisión de bonos por 30 millo­nes de pesos, para poder comple­tar los pagos de enero (a fin de año recibió un préstamo por 250 millones). Le ausencia de fondos se explica porque tanto los créditos recibidos como los fondos de coparticipación están compro­metidos en el rescate de los títu­los Independencia y para res­paldar el fenomenal endeuda­miento que se ha operado en los últimos años. Según El Periódi­co, Palito recibió durante su ges­tión más de 400 millones de pe­sos de ayuda adicional. Además, comprometió los fondos de la banca provincial como garante de los préstamos que fueron a financiar las últimas dos zafras. Estos fondos fueron luego re­prestados a los ingenios, quie­nes ponían en garantía bolsas de azúcar equivalentes (sistema Warrant). Los Minetti hicieron desaparecer las bolsas en garan­tía, lo mismo ocurrió con el inge­nio Nuñorco, y el clavo le ha quedado al Estado provincial. El gobierno vació a su vez el banco provincial (le debe más de 80 millones de pesos) y autorizó préstamos a empresas en su mayoría irrecuperables. Lo mis­mo ocurre con el IPSS (el déficit que el gobierno alega que tienen las Cajas, son fondos que el pro­pio Estado evade al no hacer los aportes provisionales).


Cogobierno para descargar la crisis sobre los trabajadores


El gobierno ha planteado que para salir de la crisis hay que ir a fondo con una reforma estatal en base a despidos, qui­tas salariales, privatizaciones y transferencia de la Caja previsional. Este plan está empanta­nado en la legislatura, más aho­ra con la interna del PJ (aunque todos los sectores están de acuerdo). Palito no tiene condi­ciones para imponerlo mediante un decretazo. En este cuadro, el bussismo ha iniciado “negociaciones” para asegurar el res­paldo legislativo al plan de ajuste.


Bussi es hoy la carta más importante para rescatar a Pali­to y al propio gobierno para que llegue a octubre. Para los del FREPASO, la visión es al revés. Daniel Posse, candidato bordonista a gobernador, sostuvo que “nuestro enemigo a nivel nacional es Carlos Menem y a nivel provincial Domingo Bussi. Esto último justifica una posible alianza con el PJ” (El Periódico, 24/12). Eso explica las fotos y abrazos de Bordón con Palito. El centroiz­quierda va de cabeza a apunta­lar al gobierno chupasangre.


Fuera Palito y su camarilla. Fuera Bussi y sus secuaces


Durante febrero se han su­cedido paros y manifestaciones de estatales. Los trabajadores azucareros del Fronterita, Be­lla Vista y Ñuñorco mantienen ocupados los ingenios y han cortado en varias oportunida­des las rutas. Este último vier­nes, por primera vez, confluye­ron en la plaza Independencia jubilados, docentes, estatales, obreros azucareros y cañeros. Allí, varios oradores plantea­ron diversas medidas (no ini­ciar las clases, una nueva Mar­cha Federal, continuar con los paros y manifestaciones). Pero fue el dirigente de los jubilados el que marcó una orientación clave, al señalar que si este go­bierno es incapaz de dar una solución a los reclamos, se tiene que ir.


Esta es la cuestión funda­mental que el movimiento obrero y los cañeros trabajado­res deben plantearse, porque todo el curso de acción al que empujan los capitalistas y sus representantes en la provincia, es a una mayor degradación de las condiciones de vida.


Para imponer medidas mí­nimas como el pago a término de los salaries, la reincorporación de los despedidos, la defensa de las conquistas laborales, rescatar la salud y educación públicas, se deben adoptar me­didas de fondo contra los chupasangres, como es la confisca­ción de los ingenios y su funcio­namiento bajo control de los trabajadores y cañeros chicos, la elección de comités de traba­jadores interventores en los bancos oficiales y el IPSS, la apertura de los libros y la ejecu­ción de las deudas de los rica­chones con el Estado, el desco­nocimiento del Pacto Fiscal y el cobro automático de la coparti­cipación en la provincia.


Estas medidas de salvación provincia] y de emergencia sólo pueden ser adoptadas por un gobierno de trabajadores y ca­ñeros trabajadores. La vía para imponer esta salida plantea profundizar el actual coreo de acción, coordinando a todos los trabajadores estatales y priva dos por medio de un comité pro­vincial de huelga.


En esta perspectiva, el PO llama a toda la vanguardia lu­chadora a formar un frente de izquierda, para darle una di­rección consecuente a la lucha de los explotados.