Políticas
12/5/2021
Sigue el Acuerdo de Precios de la Carne que no evita ningún aumento
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Finalmente, la Secretaría de Comercio Exterior y las cámaras de la industria frigorífica acordaron extender hasta diciembre 2021 el Acuerdo de Precios de la Carne. El mismo establece la regulación y el congelamiento de precios de 11 cortes.
Recordemos que el Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC), la Cámara Argentina de la Industria Frigorífica (Cadif), la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales (Fifra), y la Unión de la Industria Cárnica (Unica), junto con los supermercados, agrupados en la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), venían reclamando el desmantelamiento del programa para poder liberar los precios. Sin embargo, la regulación estatal no impidió que la carne sufriera un incremento interanual en los precios del 65,3%. El gobierno nacional, por su parte, había amenazado con cerrar las exportaciones de la carne si los empresarios no aceptaban retrotraer los aumentos y proceder a renovar el acuerdo.
Nada de esto ocurrió. Como era de esperarse, las amenazas del oficialismo no prosperaron puesto que no está en su agenda tocar los intereses de los sectores exportadores en un momento en el cual su prioridad radica en recolectar divisas para pagar vencimientos de deuda. Así las cosas, se extendió el mismo acuerdo que venía rigiendo. De esta forma, el gobierno convalidó los aumentos siderales experimentados hasta el momento ya que no se retrotrajo ningún precio, y, además, se continuó sin modificaciones con la misma política, que, a la luz de la experiencia, no ha servido para contener los precios de la carne.
Sucede que la medida es extremadamente limitada. Por un lado, solo pueden encontrarse los “cortes a precio popular” en las grandes cadenas de supermercado y en el Mercado Central, dejando por fuera a las carnicerías. A su vez, el stock mensual contemplado en el programa solamente abarca 8 millones de kilos, es decir, a lo sumo alcanza para que cada una de las familias del país llegue a comprar carne a precios regulados una única vez en el mes. Sin ir más lejos, la cantidad de toneladas de carne anuales incluidas en el acuerdo de precios representa apenas el 4,17% del consumo de carne anual en el país.
Por lo tanto, se trata de una iniciativa inocua, que no favorece para nada el bolsillo popular. El aumento ininterrumpido de los precios y la desvalorización de los salarios ha generado una caída del 4,3% interanual en el consumo de carne vacuna, y, del 10,5% desde 2019. En el 2020, el consumo de res con hueso en Argentina fue el más bajo de los últimos 100 años, a pesar de que en el transcurso del año pasado se produjeron en el país 3,2 millones de toneladas. De este modo, la clase trabajadora se ve cada vez más imposibilitada de acceder a una alimentación variada.
Un verdadero control sobre los precios de la carne requiere de la apertura de los libros de la industria frigorífica, del transporte y de la comercialización para evaluar los costos reales de toda la cadena. A la vez, la nacionalización del comercio exterior bajo control obrero es un paso fundamental para que los precios del mercado interno no se acoplen a los precios en alza del mercado internacional.
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