Políticas

20/9/2012|1240

Sindicato Ceramista de Neuquén: Las bases harán sus opciones

Por primera vez desde la recuperación del sindicato se presentan dos listas: la Marrón y la Gris, que ya hemos caracterizado en estas páginas (PO Nº 1.235).


Quién defiende a los obreros


Hace un mes presentamos un proyecto parlamentario para defender las cooperativas obreras y el salario de todos los trabajadores ceramistas de Neuquén. La iniciativa era el punto de arranque de una movilización para reclamar al poder político la expropiación efectiva de las empresas vaciadas por sus dueños a favor de las cooperativas obreras, la garantía del salario y su reequipamiento industrial. La propuesta fue bloqueada con argumentos insostenibles y fundamentalmente por la creación de un clima faccional. Ninguna de las dos listas se ha pronunciado acerca de ella, a pesar de que la viabilidad de las cooperativas es el problema central del sindicato ceramista de Neuquén.


La gestión de la bancada del Frente de Izquierda es completamente sectaria, incluso para ponerse al frente de reclamos sociales de la clase obrera, como integralmente propone el proyecto que presentamos para la obra pública. La ausencia de una gestión colectiva compromete a la lista Marrón, en cuyo nombre se puso al frente de la lista a un ex miembro de la dirección sindical.


En el sindicato ceramista, la Gris busca canalizar el descontento con el estado de las cooperativas y con la gestión de la Marrón, sin ofrecer ningún plan de acción alternativo.


La parálisis de la Marrón se manifiesta en la ausencia del cuerpo de delegados y la falta de convocatoria a una asamblea general del gremio (no de la Marrón, ni aisladas por fábrica), donde presentar un balance y un plan de acción para la etapa que sigue.


Los obreros enfrentan opciones que no ofrecen una salida; hay mucha autoproclamación de un lado, y aprovechamiento oportunista del otro.


Es posible que ambas listas lleguen a compartir la próxima dirección (por sistema D’hont, si una de ellas logra el piso del 20 por ciento). No está en juego el regreso de los Montes, ni la actual conducción es una burocracia. Es una elección que expresa un impasse.


En estas condiciones, no damos una orientación de voto, porque no avalamos el aprovechamiento oportunista de unos ni la desnaturalización de la bancada que conseguimos con mucho esfuerzo. No nos hacemos responsables del ninguneo a nuestros planteos de parte de ambos sectores.


Estamos por el Frente de los Trabajadores y la Izquierda, no por el faccionalismo.


Hay que reagrupar fuerzas para desarrollar la capacidad de lucha de los obreros ceramistas. Disponer todas las fuerzas obreras mediante las asambleas del sindicato para defender una salida anticapitalista para las cooperativas, por el salario, empezando por la defensa del convenio colectivo.