Políticas

29/8/2018

Sindicato de la Fruta: renuncia el burócrata Rubén López, acusado de abuso sexual y corrupción

Por una dirección que responda a los intereses de los trabajadores.

Rubén López acaba de anunciar su renuncia al cargo de secretario general del Sindicato de la Fruta que ocupa desde el año 2006. Hace unos días, López quedó en libertad y sin condena en el segundo juicio que enfrentaba por abuso sexual, en este caso agravado por acceso carnal.


La justicia declaró la falta de mérito y, al igual que el ex jugador de Boca, Luis Abrahimovich, acusado en la misma causa, quedó en libertad.


Por la denuncia de una empleada doméstica de que el burócrata había abusado de ella, López había sido condenado hace unos meses a una pena de dos años y medio, en suspenso. Una segunda condena hubiera hecho que López terminará con prisión efectiva, pero la Justicia ha evidenciado su carácter de clase una vez más. 


El renunciado secretario general había sido señalado como uno de los "barones de la fruta", cuando sumó a su cargo en el sindicato, el de legislador provincial por Juntos Somos Río Negro, el partido del gobernador Alberto Weretilneck.


Una investigación del diario Rio Negro lo coloca como sospechoso de enriquecimiento ilícito. La misma mostró que López, luego de estar 12 años al frente del Sindicato ha sumado a su patrimonio varias propiedades, entre ellas la estancia " La Ponderosa", ubicada en La localidad de Fernández Oro.


Sin embargo, la Justicia no ha avanzado en esta investigación. Es un pago por la presencia del secretario general en conflictos de los trabajadores de la fruta con la patronal, donde intervino en defensa de los patrones, como ocurriera en el corte de la ruta 22 de los trabajadores de la multinacional Expofrut en Villa Regina. 


En el marco de estas denuncias contra López, varios secretarios generales de distintas secciónales (Allen, Rio Colorado, Fernandez Oro, Villa Regina, Centenario entre otros) se reunieron para exigir que el secretario general dé un paso el costado y renuncie a la conducción del Sindicato. 


Pero López y quienes hoy están pidiendo su cabeza son los mismos que han dejado pasar la terrible precarización que sufren los obreros en los galpones.


Demagógicamente, estos críticos levantan ahora denuncias sentidas por los trabajadores: que no hay paritarias, que la obra social no funciona y que en un sindicato donde la gran masa laboral está compuesta por mujeres, resulta inaceptable que esté en la conducción un condenado por abuso.


Genuinamente, tiempo atrás, un sector de delegados combativos de los galpones de Villa Regina había levantado la consigna “Fuera López”, cuando se conoció la denuncia contra el secretario.


Resulta necesario que los trabajadores de la fruta saquen conclusiones políticas y no se dejan engañar por la demagogia de los que hoy quieren el desplazamiento de López en una lucha por el control del aparato del sindicato.


Los trabajadores de la fruta deben impulsar una amplia deliberación de las bases, para poner en pie una salida propia e independiente de los burócratas corruptos y abusadores, que pactan con los partidos patronales ajustadores y elegir una nueva dirección que responda a los intereses de los trabajadores.