Políticas

12/6/2025

Sobre el fallo de la Corte contra CFK

Editorial de Gabriel Solano en 14 Toneladas T2E19.

CFK no llamó a enfrentar la proscripción.

Nosotros somos muy categóricos en rechazar el fallo de la Corte Suprema de Justicia. Es un fallo que lo consideramos proscriptivo, es un fallo que lo consideramos persecutorio y, por lo tanto, desde el punto de vista de los principios de Partido Obrero corresponde rechazarlo de manera categórica. Y este rechazo es importante que lo haga el Partido Obrero, porque uno puede suponer que por intereses propios el kirchnerismo va a rechazar un fallo que perjudique a su líder político; en nuestro caso, no tenemos nada que ver con Cristina Fernández de Kirchner. Hemos sido fuertemente opositores a Cristina Fernández de Kirchner cuando ella fue presidenta en dos ocasiones y vicepresidenta bajo el gobierno de Alberto Fernández y también somos opositores ahora que ella dice que es opositora; porque nosotros somos opositores a un régimen político, no solamente al presidente de la Nación, y Cristina Kirchner y el peronismo integran el régimen político capitalista de la Argentina.

Entonces, desde el punto de vista de Partido Obrero, el rechazo a este fallo no es por un interés particular, sino que es por una cuestión de principios: no avalamos que se establezca en la Argentina un régimen de persecución y un régimen de proscripción. Una vez que decimos esto, y lo hemos explicado hoy en muchos medios de comunicación que se interesaron por nuestro punto de vista, lo decimos del siguiente modo: esto no tiene que ver con que consideramos que Cristina Fernández de Kirchner y otros condenados que ha habido en esta causa sean inocentes de la denuncia que hay en su contra. Si uno es consultado sobre la pregunta ¿Cristina Kirchner es inocente? ¿Cristina Kirchner cometió hechos delictivos? ¿Cristina Kirchner cometió hechos de corrupción? Nosotros no vamos a decir que no. Sin conocer los pormenores de la causa, es evidente que hay hechos de suma gravedad que afectan a los gobiernos kirchneristas y que por la dimensión que tienen difícilmente Cristina podría estar al margen por completo.

Cuando se analiza, por ejemplo, la relación con Lázaro Báez, que era, se sabe, un trabajador bancario de Santa Cruz y terminó siendo un gran empresario de la construcción, es llamativo que uno pueda deducir de esa relación que existía que Cristina Kirchner podía estar al margen. Entonces nosotros tenemos un juicio muy negativo sobre los hechos de corrupción bajo el gobierno kirchnerista y no solamente por el tema de la obra pública; también lo hemos dicho en muchos lugares, hubo hechos de corrupción que están detrás de lo que fue el asesinato de Mariano Ferreyra en el año 2010, porque la corrupción que existía en el sistema ferroviario abarcaba los subsidios que se entregaban a la burocracia sindical de Pedraza, abarcaba empresarios prebendarios que manejaban las concesiones del ferrocarril y había funcionarios que estaban también integrados en ese proceso de corruptela, empresarios que no fueron investigados pero que no podría haberse armado ese negocio sin la participación necesaria de ellos; entonces se trata de un régimen que estaba en cuestión.

Entonces, nosotros no estamos denunciando que este fallo es proscriptivo, que es persecutorio porque Cristina Kirchner es una persona inocente y no hubo hechos de corrupción bajo su gobierno. No. Lo estamos diciendo porque es evidente que en un régimen capitalista que se caracteriza por corruptelas sistemáticas de todos los gobiernos, acá la Justicia actúa de una manera completamente unilateral: está investigando y condena en este caso a Cristina Fernández de Kirchner, pero no investiga, no condena a otros delitos de corrupción que fueron cometidos por otros gobiernos capitalistas y que tienen dimensiones parecidas o incluso mayores que lo del gobierno kirchnerista.

Por citar algunos ejemplos. Un personaje clave del gobierno hoy de Javier Milei, Federico Sturzenegger, que participó en el año 2001 -han pasado 24 años- de lo que fue el megacanje cuando Cavallo era ministro de Economía y él era funcionario de Cavallo, fue el artífice de ese megacanje, fue procesado por endeudar al país en más de 20 mil millones de dólares, procesamiento que duró años y el propio Mauricio Macri, cuando fue presidente en el año 2015, lo coloca frente al Banco Central estando procesado; hoy Sturzenegger es una figura clave del gobierno de Milei, es el que maneja directamente la motosierra; Caputo, indudablemente en la misma situación; el propio Mauricio Macri, que antes de ser presidente estuvo condenado por el tráfico de autos a Uruguay, por un negociado de cloacas en la localidad de Morón; en un caso fue salvado por la Corte Suprema menemista, que revisó una condena que había estado en tribunales inferiores, y luego los parques eólicos, el vaciamiento del Correo y tantos negocios; ahí la Justicia mira para otro lado. Entonces es evidente que este accionar completamente diferenciado de la Justicia, que investiga un hecho y no investiga otro, que condena uno y no condena a otro, habla de una persecución política y no de un intento de saneamiento institucional, como tanto se habla en los medios que responden a la derecha de la Argentina.

Entonces nosotros vemos las cosas de una manera muy nítida. Decimos que el mal menor, y subrayo el mal menor, en Argentina sería que una persona que cometió un hecho de corrupción eventualmente sea candidata; ese es el mal menor. El mal mayor es que se establezca un régimen de proscripciones y de persecución e incluso cuando esa proscripción y esa persecución llega a una figura política relevante de la Argentina, como es Cristina Fernández de Kirchner, que fue dos veces presidenta, una vez vicepresidenta y ocupó otro tipo de cargos.

Uno puede hacerse la siguiente pregunta, y creo que es muy pertinente, si a Cristina Fernández de Kirchner se la persigue y se hace un hecho de exclusión de proceso electoral, ¿Qué queda para otra persona que no tiene ese poder? ¿Qué queda para los trabajadores a los cuales se les quiere aplicar, por ejemplo, un decreto completamente inconstitucional que de hecho termina liquidando la posibilidad de hacer huelgas en Argentina, o en los protocolos antipiquete, o la persecución al movimiento piquetero que existe en Argentina, una causa que acaba de ser llevado a juicio, que tiene, entre otros compañeros y compañeras a Eduardo Belliboni, que es un hecho completamente discrecional? Es decir, si la Justicia va contra figuras relevantes del propio régimen actual como Cristina Fernández de Kirchner, es indudable que si se fortalecen las características antidemocráticas del régimen político lo van a pagar los trabajadores.

Entonces nosotros como fuerza política no estamos juzgando este hecho como un hecho meramente judicial, porque sería un error sino estamos juzgando el impacto que tiene el régimen político y el impacto que tiene para los trabajadores una modificación antidemocrática: ¿Quién está detrás del fallo? ¿Por qué lo promovió? Bueno, acá entramos en un terreno de debate interesante. Indudablemente la Corte Suprema y el Poder Judicial estuvieron detrás de este fallo, fueron quienes lo elaboraron y quienes lo emitieron. Pero es evidente que hay sectores empresariales que empujaron ese fallo. Muchas crónicas periodísticas dan cuenta que cuando los funcionarios de Argentina van a Estados Unidos a buscar endeudamiento les dicen “che ¿con Cristina qué va a pasar?”. Y detrás de ese planteo existe muchas veces la pretensión de buscar que el gobierno de Javier Milei evite la tentación de una polarización con el kirchnerismo para terminar disolviendo al macrismo -algo que como primer paso se dio en la elección de la Ciudad de Buenos Aires, donde Milei buscó una polarización con el peronismo, el kirchnerismo, a expensas del PRO- y forzarlo a crear una especie de entendimiento con sectores de la derecha más tradicional.

Es decir, hubo un intento empresarial detrás de todo esto. Y uno puede preguntarse también ¿por qué ese encono de sectores empresariales fuerte contra Cristina Fernández de Kirchner, si cuando gobernó Cristina Fernández de Kirchner estos sectores ganaron muchísimo dinero? Ella misma siempre cita que las empresas ganaban mucho dinero, que los bancos nunca ganaron tanto como lo ganado bajo el gobierno kirchnerista, que se pagó la deuda pública. Es decir, ¿por qué? Bueno, porque entienden que en esta coyuntura no es el mejor gobierno un gobierno kirchnerista para llevar adelante las tareas que reclama la clase capitalista. Y un gobierno kirchnerista quedará eventualmente reservado para un momento en el cual puedan intensificarse las luchas de clases en la Argentina. Y ahí sí puede aspirarse un gobierno de ese tipo como rescate a un régimen.

Entonces llegamos a la siguiente conclusión: si detrás de este fallo hay intereses capitalista muy claros, también demuestra por qué el peronismo está inmovilizado, cuando la presidenta del Partido Justicialista es excluida del proceso electoral y condenada. ¿Y por qué el peronismo está en esta condición? Bueno, porque el peronismo, y lo estamos viendo en la actualidad, lo hemos discutido muchas veces en este programa, es socio de Javier Milei en muchísimos negocios que existen en Argentina: en el negocio minero, en el negocio petrolero, en el negocio del gas, la explotación del azúcar, el intento de avanzar en reformas laborales, en los cuales la propia Cristina Fernández de Kirchner en sucesivas cartas se expresó por la modernización laboral -una forma de acercarse a la reforma laboral que plantea Milei-, un ataque a la docencia. Es decir que estos intereses capitalistas hacen que el peronismo no esté dispuesto a patear el tablero para defender a quien fuera presidenta de su partido. Y esto que vale para el peronismo, también vale para la CGT, que ha dicho que rechaza el fallo pero no ha hecho más nada.

Entonces llegamos a la siguiente conclusión: hoy no tenemos en la Argentina un 17 de octubre, no tenemos a los trabajadores cruzando el Riachuelo como fue el 17 de octubre del 45 para sacar a Perón de la cárcel cuando fue en su momento, digamos, llevado a prisión por el gobierno de la dictadura, antes que él sea luego candidato a presidente y gane su primera presidencia en el año 46. No tenemos un 17 de octubre. Lo que tenemos es una tendencia al compromiso con el gobierno de Milei y también con el Poder Judicial. El discurso que emitió Cristina Fernández de Kirchner ayer en la sede del PJ fue en esa línea. Cuando uno escucha su discurso alguno podría esperar que en algún tramo, quizá al final, llame a movilizarse para derrotar la proscripción. Y no lo hizo. Llamó solamente organizarse políticamente en función de que cuando fracase el plan de Javier Milei van a ir a buscar al peronismo como rescate y, como ella espera que la vayan a buscar para un rescate al régimen de crisis, no enfrenta al régimen cuando la proscribe. Es lo que está sucediendo en la actualidad.

Entonces, el Partido Obrero, y acá hay un punto importante, el Partido Obrero que rechaza este fallo no lo hace por solidaridad política con Cristina Fernández de Kirchner y con el programa de ella y con el programa del peronismo, sino que lo hace en función de evitar que este régimen avance en su carácter antidemocrático.

Y esa conclusión que el Partido Obrero tiene también se expresa prácticamente en nuestro accionar. Por ejemplo, nosotros no fuimos ayer a la sede del PJ, mucho menos a la casa, luego, para reunirnos con la propia Cristina Fernández de Kirchner, porque en esos gestos se puede deducir, obviamente, un apoyo político a ella y nosotros, lejos de eso, lo que estamos planteando es la necesidad de una lucha contra la proscripción, una lucha contra la persecución y, más en general, una lucha por los reclamos populares que tienen que ver con la defensa de la organización de los trabajadores, con la defensa del derecho a huelga, pero también con la defensa del salario, con la defensa de la educación, con la defensa de la salud.

Y esa diferenciación no solamente hay que decirla, sino también tiene que expresarse concretamente en el accionar de un partido. De los cuatro partidos del Frente de Izquierda el Partido Obrero decidió no ir, decidimos quedarnos en soledad, y eso no nos quita de ninguna manera que nosotros seamos categóricos en el rechazo a este fallo, pero nos expresamos frente a los trabajadores como corresponde: nuestro rechazo es al fallo pero sin ninguna solidaridad política con Cristina Fernández de Kirchner, con lo que fue su gobierno o con su programa actual.

¿Qué nos queda para adelante? Bueno, nosotros vamos a participar de las acciones de lucha que haya, si es que las hay, obviamente, en torno a rechazar este fallo lo vamos a hacer y también vamos a promover con mucha intensidad todos los reclamos populares, porque la forma que tienen los trabajadores de intervenir en esta crisis y derrotar a un gobierno y a un régimen de ajuste y explotación.