Políticas

22/12/2011|1207

Sobre la polémica con el PTS

En la versión on line de LVO N° 456, el PTS responde nuevamente a la polémica planteada sobre la cuestión de la inseguridad, y siguiendo la línea de otras polémicas no discute sobre el problema planteado.

Retomemos la polémica. Un partido revolucionario tiene la obligación de pronunciarse e intervenir en relación con todos los problemas que sufren las masas trabajadoras. El método de declarar que esos problemas se solucionarían con una revolución socialista y la instauración de un gobierno de los trabajadores es puro propagandismo abstracto. Hace unos días, un chofer de la Línea 71 del Gran Buenos Aires fue asesinado y los choferes decidieron realizar un paro de repudio reclamando contra la inseguridad. ¿Qué hacemos en ese caso? ¿Apoyamos o no apoyamos el paro de los choferes? El verborrágico PTS no abrió la boca: ¿el paro de los choferes contra la inseguridad fue reaccionario o le hizo el juego a la derecha? Para el PTS, el paro sería reaccionario, porque reclama seguridad. ¿Alguien se imagina que esos trabajadores podrían prestar atención a un planteo que no da respuesta concreta a una situación en la que está en juego su vida misma? El PTS padece de impotencia programática. Se escapa de los problemas que tiene que enfrentar con frases y consignas muy radicalizadas, pero que en los hechos son pura impotencia. El PTS sigue sin explicar por qué le ha dado la espalda a la Comisión de Familiares Víctimas de la Impunidad y a sus más de 300 marchas; por ejemplo, la última tuvo por bandera el repudio a la provocación policial que sufrió el festival presidido por Skaraway.

Por mínima que sea una inquietud, debemos partir de ella, para que a través de la organización y la lucha, y con un programa de medidas transicionales, ir elevando esos reclamos a la necesidad de lucha por el poder. Lo demás es puro discurso, pura fraseología. El PTS no plantea ninguna salida al respecto más que el abstencionismo.