La diputada nacional del PO por Mendoza desenmascaró al Poder Ejecutivo, cuando dice que “si hay acuerdo no hay ajuste” “La nueva deuda no financiará inversiones productivas, sólo servirá para hacer frente a los quebrantos provinciales y deudas anteriores”, sintetizó. Afirmó que su provincia, Mendoza, arroja una deuda acumulada de aproximadamente 15 mil millones de pesos y que a través de aceptar el acuerdo, “el gobernador Cornejo ya ha conseguido autorización para más que duplicarla en el corto plazo”.

 

Nuestra diputada mendocina hizo eje en las consecuencias del acuerdo con los fondos buitre y en este sentido marcó que “el ajuste es precondición de ese rescate”, desnudando el relato macrista. “Con un patrimonio nacional que ya fue rematado, el gobierno ofrece como único respaldo los presupuestos nacional y provinciales, que serán sometidos a un recorte brutal” en gastos sociales y despidos en la administración pública, para solventar estas nuevas hipotecas. Sosa, además, denunció que paralelamente se opera un rescate del conjunto del capital en vistas a las recientes medidas de reducción de impuestos y eliminación de retenciones al agro y las mineras, mientras se producen “miles de despidos en el sector público y privado, más los tarifazos”. Fue enfática al señalar que la orientación del ajuste es “sobre los bolsillos de las familias trabajadoras” y dijo que los 107 mil despidos que se produjeron en el sector público y privado en todo el país son prueba de ello.

 

La intervención de Sosa tuvo su punto fuerte en la denuncia sobre la aplicación del protocolo antipiquete. Denunció que el gobierno de Mendoza fue el primero en aplicarlo sobre Raquel Blas y Roberto Macho, referentes sindicales de Ate de esa provincia y aseveró que se montaron grupos paraestatales y patotas que han agredido físicamente a activistas sindicales. “La aplicación del ajuste viene de la mano de la represión y la regimentación de la protesta. Están buscando quebrar la voluntad de lucha de todos los trabajadores” y marcó que el gobierno necesita demostrarle al capital financiero que son capaces de aplicar el ajuste. “Contra la agenda del rescate al gran capital, vayamos por el 82% móvil, la prohibición de despidos, la eliminación del impuesto a las ganancias sobre salarios de convenio, el pase a planta de todos los precarizados (…) Que el ajuste se haga sobre los que se roban la riqueza nacional: la banca, las mineras, petroleras, el capital agrario concentrado”, remató Soledad Sosa.