Son todos privatistas
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Los sectores abiertamente privatistas criticaron al “nuevo régimen educativo”, colocando su énfasis en aspectos secundarios. Es el caso del cambio de rangos numéricos para la evaluación, en una rama donde los aplazos prácticamente no existen.
El desfile de ‘especialistas' criticó el abandono del mérito como un determinante de la evaluación de la educación, mientras sostuvo el resto del sistema basado en las leyes educativas kirchneristas que ellos apoyan. Son los que impulsan la evaluación docente y el salario por mérito, los que quieren flexibilizar aún más a los docentes y ampliar los subsidios a las escuelas privadas a toda costa. Gustavo Iaies, Axel Rivas y Juan Llach (sí, el mismo Llach del Pacto Federal Educativo II, derrotado durante el gobierno de De la Rúa), presentaron los programas educativos de la oposición patronal, haciendo eje en el ataque al salario y las condiciones de trabajo docente, disfrazado todo en una supuesta “calidad educativa”.
Los funcionarios de Scioli dieron lástima. Nora De Lucía no podía explicar la resolución que firmó. A los demás no les fue mucho mejor: se vieron atacados por los sectores que comparten programas y objetivos con ellos. Su argumento de evaluar el proceso de aprendizaje y no “castigar” a los alumnos, desconoce el castigo que representa, para toda la comunidad educativa, la destrucción de la educación pública que ha provocado su propia política.
La burocracia del Suteba se apresuró a salir al rescate de la resolución ante el fracaso de los funcionarios.
A ninguno le preocupa el aprendizaje de los niños. Hace falta definir un plan y un presupuesto educativo discutido y manejado por los propios actores de la educación.