Políticas

26/7/2021

Sube el precio del GNC, otro golpe a los trabajadores

En agosto el metro cúbico llegará a $40 en el Amba.

A partir de agosto el metro cúbico de GNC en los surtidores aumentará un 8%. El mismo cuesta actualmente $37 en promedio -en el Amba- y llegará a $40 el próximo mes. Se trata de un esquema de subas que representa un golpe al bolsillo popular y responde al encarecimiento del gas en boca de pozo producto de los subsidios dolarizados que reciben las petroleras.

El incremento del GNC afecta a 1,8 millones de vehículos, dentro de los cuales se encuentran los autos de aquellas personas que eligen esa carga debido a que es una opción más económica con respecto al gasoil y la nafta. Esto indica que el aumento perjudica particularmente a los sectores de menores ingresos.

La suba de agosto se suma a a la del 5% que tuvo lugar en abril pasado y anunciaron que habrá otra en noviembre de este año. Sucede que a partir de mayo 2021, los nuevos contratos entre distribuidoras y estaciones de servicio establecen que el precio del metro cúbico de GNC debe equivaler al 40% del precio del litro de nafta súper, el cual se halla hoy en día en los $90,5, luego de haber aumentado un 70% desde agosto 2020 a esta parte.

El ascenso del precio de la nafta está íntimamente ligado al precio dolarizado del gas en boca de pozo. Este último representa actualmente el 14% del precio de la nafta súper, porcentaje que irá incrementándose 0,5 puntos de manera trimestral hasta llegar a un 15,5%. El Plan Gas Ar, mediante el cual el gobierno fijó un precio sostén de 3,7 dólares por millón de BTU -el cual no guarda relación con los costos de extracción-, asegura un encarecimiento constante de la producción del gas a medida que aumenta la cotización del dólar en Argentina, lo cual impacta los precios de los combustibles.

Los únicos beneficiados por este esquema son los pulpos petroleros, que, por otra parte, mantienen niveles de producción inferiores a los del 2019; razón por la cual aumentó el déficit energético en el país y la importación de gas en junio 2021 fue un 126% mayor a la del mismo mes del año anterior, lo que significó un enorme drenaje de divisas. Esto cuando la productividad en los pozos aumenta ya que por cada uno las empresas utilizan dotaciones con menos cantidad de trabajadores.

El incremento de la brecha cambiaria pone al rojo vivo la posibilidad de una nueva devaluación, y, por lo tanto, de una disparada en el precio del gas atado al dólar, con sus consecuencias en el surtidor. Como se ve, con este régimen de prebendas a las petroleras el sendero de aumentos en los combustibles no tiene fin. Si bien el GNC es la variante más barata no escapa a esta realidad, sumado a que “pasarse a gas” cuesta alrededor de 1.000 dólares.

El interior del país sufrirá más los aumentos en el GNC ya que el metro cúbico cuesta $10 más que en CABA y alrededores. A su turno, al ser utilizado en micros y colectivos, las subas pautadas ejercerán presión sobre la tarifa del transporte de pasajeros.

Resulta necesario poner fin a esta política de aumentos compulsivos que perforan el poder adquisitivo de los trabajadores. La apertura de los libros de toda la cadena energética y la nacionalización bajo control obrero de los hidrocarburos son aspectos fundamentales para terminar con este régimen inviable de subsidios a las petroleras y subas en los combustibles. Desde el Partido Obrero y el Frente de Izquierda Unidad comprendemos estas medidas como parte de un programa de salida a la crisis por parte de los sectores populares.