Políticas

24/1/2013|1255

Subte: Macri ejecuta el ajuste que le encargó CFK

A esta altura de los acontecimientos, Macri ha demostrado con creces que es el alumno más aventajado de la ‘sintonía fina'. Lo demuestra con toda claridad el aumento de los peajes de las autopistas porteñas, cuya recaudación será destinada al financiamiento del subte, que no había querido tomar a su cargo. El ‘pibe', con este aumento, se ha mandado un gran fraude impositivo, que curiosamente ni los kirchneristas más recalcitrantres denuncian. Es que el aumento del peaje significa cargar a los contribuyentes del resto del país -y, en especial, del Gran Buenos Aires -el costo de un servicio propio de la jurisdicción porteña, ajeno al mejoramiento de las autopistas. Macri ha ampliado su padrón impositivo con vecinos que tributan fuera de la Capital, sin necesidad para ello de anexarlos al distrito porteño, en especial del conurbano. Scioli, sin embargo, no ha abierto la boca, ni tampoco los intendentes K. El ‘traspaso' kirchnerista para ‘joder' a Macri, ha sido convertido por Macri en una ‘brillante' operación financiera que lo favorece en forma escandalosa, aunque por sobre todo a los Roggio y a todos los grupos económicos que han sido convocados para explotar el negocio del subterráneo. Los compañeros que dirigen el Sindicato del Subte deberían reflexionar sobre lo que han logrado con su campaña de que "Macri se haga cargo".


El dinero que producirá el aumento del 12% del peaje no pasará en forma directa a la caja del subte. Para nada. La recaudación del aumento pasará a integrar un fondo para financiar las obras y servicios del subte, o sea que cobrará por un préstamo, cuya tasa de interés incrementará el costo del servicio. A ese fondo se añadirán, a su vez, los 300 millones de dólares autorizados por la Legislatura, en concepto de crédito con el exterior. Como se puede apreciar, los K han logrado, con el traspaso, poner en manos de Macri un arsenal financiero fenomenal. Pero como ocurre con cualquier fideicomiso, el fondo macrista destinará una gran parte del dinero que recaude, por los diferentes conceptos, a inversiones financieras ajenas al subte, con el pretexto de mantener la ‘sustentabilidad' del fondo, o sea la intangibilidad de su capital. Por esta vía, el subte se ha convertido en una excusa perfecta para esquilmar a los contribuyentes en beneficio de la ‘patria financiera' o ‘inmobiliaria' que opera en la Ciudad y fuera de ella. Los K han logrado lo que nadie habría esperado de ellos -fortalecer al macrismo. En esto han terminado los sinvergüenzas que repiten como idiotas que el Partido Obrero, debido a nuestras críticas socialistas al kirchnerismo, es 'funcional a la derecha'.


La Ciudad es un apetecido botín económico, que opera fuera de cualquier control popular. Es que Ausa, el Fondo para el Subte, la Corporación del Sur o el Banco Ciudad, se encuentran al margen de la supervisión incluso de la Legislatura. La integración de sus directorios se reparte entre los dos o tres partidos con mayor representación, que de ese modo se distribuyen igualmente los negocios que manejan. El Fideicomiso para el Subte, incluso si pasa a la jurisdicción de la empresa estatal, Sbase, servirá como botín de una yunta macro-kirchnerista.


Tarifa


La integración del Fondo no atenúa sino que refuerza la necesidad del tarifazo que anuncia Macri -a 3,50 pesos para marzo-, para garantizar las operaciones de ese Fondo. Son estos tarifazos, y no los aumentos paritarios, los que van a desatar el Rodrigazo -cada vez más próximo. Es falso, entonces, que el establecimiento del Fondo respondió a la necesidad de evitar un tarifazo: un Fondo que se aplica a financiar un servicio deficitario, acaba quebrado. Es lo que ya ocurre con el Banco Central, que a fuerza de financiar a un Estado en bancarrota, se encuentra hoy con un patrimonio negativo.


El cierre de la línea A por dos meses, contra el que los K protestan para la tribuna, es otra manifestación de la tercerización, a cargo de Macri, impuesta por los K. Así lo demuestra la firma con la UTA, por parte del macrismo, de un acta que habilita una amplia flexibilización laboral con congelamiento de vacantes. En otro tema, la asignación de personal para los nuevos talleres correspondientes a la extensión de las líneas, una de las cláusulas del acta con la UTA plantea que se cubrirán con traslados de personal ya existente; esto es, con fuerte flexibilidad laboral.


A todo esto, hasta ahora, un par de consultoras entretienen a los obreros de tráfico de la línea clausurada, mientras se traducen los manuales de los nuevos coches chinos, con "ejercicios motivacionales" que incluyen dar vueltas carnero y, según versiones, con preguntas de inteligencia antigremial.


El 'pibe' Randazzo


Mientras 'denuncian' a Macri, los K se mandaron su propio tarifazo -un aumento del 40% para colectivos y trenes el mismo día que se votaba el traspaso del subte en la Legislatura porteña. Es que los tarifazos tienen que venir en pareja; en Córdoba, el colectivo se fue a 4,20 pesos, más caro que el subte macrista. El derrumbe fiscal de las provincias y de los municipios anuncia un tarifazo generalizado en el transporte -la gran bomba de tiempo de 2013.


Bien mirados, sin embargo, estos tarifazos son arbitarios, y no por uno sino por varios motivos. El primero de ellos es que no han sido determinados por auditorías de costos, que no se hacen, y mucho menos ha sido investigado el destino que las patronales han dado a los enormes subsidios recibidos. Esta dilapidación significa un encarecimiento enorme del costo de las inversiones que deben hacerse. Tampoco se ha investigado el costo de la superposición de líneas, ni la concentración creciente del capital que opera el transporte. Una auditoría, por último, debería determinar la parte del costo del servicio que debería resarcirse con la tarifa y la que debería ser cubierta mediante impuestos (a los sectores más ricos), dada la significativa importancia social que ha adquirido la reorganización y modernización del transporte urbano. La dirección de la AGTSyP, sin embargo, impulsó la entrega del subte a Macri, el mayor de los verdugos, sin la exigencia previa de una auditoría sobre la gestión kirchnerista. El cálculo de la tarifa debería incluir a su vez los ingresos de todos los servicios colaterales que ofrece el subte: la publicidad, el alquiler de locales, la red de cable para telecomunicaciones que surca los túneles de las seis líneas.


Deliberación


A medida que se ponga de manifiesto el ajuste kirchnero-macrista, la situación social vinculada con el transporte va a a sufrir una conmoción. Entre los usuarios y entre los trabajadores. Las paritarias serán otra instancia crucial, incluso porque volverá a poner en crisis la representación sindical que el gobierno K adjudica a la burocracia antiobrera de UTA.


En nuestra opinión, este panorama plantea a los trabajadores un abordaje de conjunto. Es necesario ir a la confrontación con un plan general. Es necesario entonces preparar una asamblea general, que defienda los salarios y condiciones de trabajo, pero que también oponga al plan macro-kirchnerista una salida obrera a la catástrofe capitalista del transporte en Argentina. Deberíamos convocarnos todos los trabajadores combativos a esta causa -choferes, ferroviarios, aeronáuticos, subterráneos.