El viernes 14, con la presencia de 50 compañeros, se realizó un acto-asamblea donde se dejó inaugurada oficialmente la Casa del Pueblo, sede departamental de Pueblo Unido. Asistieron delegaciones de trabajadores municipales, citrícolas, docentes, del movimiento de desocupados, jubilados, delegaciones de los Pocitos y de Nueva Esperanza. En el desarrollo de la asamblea hubo numerosas intervenciones, algunas formulando denuncias contra las patronales (en el caso de los citrícolas), contra la dirigencia burocrática (en docentes), o señalando la corrupción que impera entre los miembros del concejo deliberante. En otras, formulando tareas concretas, como la necesidad de impulsar la sindicalización de los trabajadores citrícolas, o de que se imprimiera la Carta Abierta de Parajón, que todos los presentes conocieron por medio de Prensa Obrera, como una necesidad de darle consistencia al trabajo de organización y masificación de los Comités de Base.

La jornada estuvo anunciada como un acto y terminó en una asamblea, lo que pone de relieve que el activismo quiere deliberar para resolver qué hacer, o sea que quiere ser protagonista, y por eso no se conforma con simples discursos. Como conclusión, se discutieron diversos aspectos para asegurar la concurrencia de 150 trabajadores el 21 de marzo.