En Tucumán, el referente del ‘apagón’ promovido por la UCR y el Frepaso fue la Federación Económica de Tucumán (FET), que según La Gaceta había decidido tomar distancia del gobierno provincial. Aunque Bussi criticó tibiamente al apagón y mantuvo la luz de su despacho, no encendió la luz exterior de la Casa de Gobierno,  lo mismo ocurrió con la de la Catedral. La Gaceta caracterizó al ‘apagón’ como una “protesta de living” y como una forma de canalizar el descontento popular ante el cuadro recesivo, de parte del empresariado. El titular de la FET, señaló que el apagón era “una medida de protesta civilizada” que sólo se refería a los letreros y vidrieras, porque dentro de los negocios se iba a seguir trabajando. Esta patronal tuvo toda una corte política de apoyo, que incluyó a la izquierda. Se constituyó así una multisectorial, que reclama mayor coparticipación Federal y se opone al cierre de 7 ingenios reclamado en un informe de la CFI (Corporación Financiera Internacional). Significativamente, dos días antes se había formado otra multisectorial, con la UCR, el Frepaso, el PJ, el propio gobierno bussista (que mandó al vice gobernador), la FOTIA, CACTU (grandes cañeros) y la CGT, para formar un Frente de Defensa de la Industria Azucarera. Este frente responde a los intereses del sector oligárquico en crisis que quiere evitar su desalojo del negocio azucarero, pero que está explotando su situación de quebranto para rebajar los salarios e imponer la flexibilización laboral a ultranza en los ingenios.

El único punto reivindicativo de los trabajadores que levantó la ‘multi’ es la oposición al traspaso jubilatorio, pero en el mismo momento la UCR daba quórum en la legislatura y en el Concejo para que se traspasara la Caja provincial.