Políticas

4/5/2021

Temporal en Tigre hace destrozos en los barrios populares

La otra cara de la especulación inmobiliaria.

Las fuertes tormentas en el distrito ponen nuevamente de manifiesto la realidad de los barrios populares que el intendente de Tigre, Julio Zamora, quiere ocultar.

La destrucción de viviendas, la caída de techos de chapa y postes de luz y comunicaciones que han sufrido los vecinos de los barrios de Benavidez sur y Las Tunas en esta última tormenta, son el resultado de años de los negociados especulación inmobiliaria en el distrito, que se suma al ajuste del intendente al presupuesto de poda y mantenimiento de espacios públicos, y a un acuerdo entre las empresas de energía (Edenor) y comunicaciones (Telecom, Claro, Telecentro y Cotalcam), que ponen postes de bajo presupuesto que no soportan el peso adecuado, generando que ante cada tormenta se caigan de a decenas por instalaciones inadecuadas.

Mientras que Tigre es uno de los distritos más ricos de la provincia de Buenos Aires, con un presupuesto municipal por arriba de los $16.000 millones, tenemos que cada lluvia y tormenta genera un desastre social para las familias obreras del municipio.

El negociado de la tierra

Pero mientras se desarrolla este negociado sobre el suelo del distrito, el déficit habitacional establece que en Tigre hay más de 30 asentamientos populares, donde viven más 10 mil familias en condiciones precarias y hacinadas, de las cuales casi la mitad tiene acceso irregular a la red de agua pública, y en su mayoría no tienen acceso a la red cloacal pública y gas.

Esto es la consecuencia de la falta de de una política concreta de viviendas, y que ahora se ha agravado en la pandemia, con una desocupación masiva, el aumento de la pobreza y el congelamiento salarial de los trabajadores, generando importante luchas por la recuperación de tierra en toda la provincia de Buenos Aires y en el distrito.

Intervengamos los trabajadores

En respuesta a esta crisis social que nos llevan los gobiernos, desarrollemos asambleas y reuniones en todos los barrios afectados, exigiendo al municipio y al gobierno provincial que se hagan cargo de las pérdidas y destrozos que provocaron el temporal.

Para enfrentar el problema habitacional es necesario terminar con la concentración del suelo urbano en manos de los especuladores, e implementar de manera inmediata el Banco de Tierras municipal, postergado desde hace más de una década. El mismo debe exigir el efectivo cumplimiento de la disposición del 10% de las tierras de todo gran emprendimiento inmobiliario para el Banco de Tierras, y la concentración de toda tierra fiscal y ociosa del distrito, para destinarla al desarrollo de planes de viviendas para la población. Es imprescindible que se impulsen, de manera efectiva, programas de viviendas capaces de dar respuesta al masivo déficit habitacional.

No a la construcción de megaemprendimientos de lujo en el distrito para beneficio de los especuladores.

Soterramiento de la red de distribución eléctrica y de telecomunicaciones, mediante la inversión de obras civiles financiadas por el municipio y las empresas.

Apertura de los libros contables del municipio por una comisión de trabajadores para poner los recursos del en funciones de satisfacer las demandas populares.