Luego de casi una semana de huelga contra los despidos y un plan de lucha –que incluyó dos cortes de la Panamericana, un extraordinario festival durante todo el fin de semana y el estado de asamblea permanente con la planta parada– la patronal de Kraft/Terrabusi fue intimada a acatar la conciliación obligatoria por parte del Ministerio de Trabajo, a partir de las 6 de la mañana del martes 25/8, con todos los compañeros ocupando sus puestos de trabajo.
Esta medida fue sentida, con justicia, como una victoria por los compañeros, ya que la patronal se había negado sistemáticamente a reconocer el derecho de la CI, del Cuerpo de Delegados y de los demás despedidos a retomar sus puestos de trabajo, tal como lo exigían los trabajadores. Pero, con la excusa de darles un curso, la patronal recluyó a los despedidos en un quincho. Encerrados todo el día, sin comunicación con los demás trabajadores, tenemos lo más parecido a Guantánamo en la Argentina.

El miércoles 26/8, ante la intención de la patronal de seguir con este “curso”, los trabajadores pararon la planta y el STIA llamó a una movilización del gremio ante el Ministerio de Trabajo. El Ministerio decidió volver a conminar a la empresa a que acate la resolución, a partir de las 22 horas del miércoles 26/8.

El conflicto entra en una nueva fase. Se profundizará el plan de lucha por la reincorporación de todos los despedidos y por el reconocimiento de todos los delegados.

Los diez días hábiles de la conciliación pasan pronto y con estas maniobras la patronal ya logró que pasaran dos. Habrá que reforzar la unidad interior (verdadera llave maestra de la resistencia a los despidos) y difundir el conflicto para transformarlo en una causa popular.

• Plan de lucha de todo el gremio para garantizar el triunfo de los trabajadores de Terrabusi/Kraft. Plenario de Delegados de la Alimentación.

• Paro general del gremio y movilización hasta torcerle el brazo a la patronal.

Trabajemos por la victoria en Terrabusi.

Luis Antón