Políticas

20/8/2009|1096

Tienen que triunfar los petroleros

Para rescatar a Santa Cruz de la ruina

Santa Cruz, en el extremo sur del país, ocupa ahora el centro de la geografía política nacional. Es la consecuencia de una gran movilización huelguística asociada a una crisis vertebral del poder en lo que es el feudo base del matrimonio gobernante. Los petroleros santacruceños están parados desde hace diez días. Esto luego de que la burocracia de Petroleros Privados aceptara un convenio del 20% en cuotas, que en promedio no alcanza un 15% anual. Los obreros del petróleo de Santa Cruz repudiaron el intento de imponerles ese mismo acuerdo, así como también la conciliación obligatoria decretada por el ministerio de Trabajo. Se lanzaron a la huelga hace diez días contra una patronal empeñada en una ola de despidos y en violentar acuerdos previos, logrados en movilizaciones anteriores.

Crisis

Esta semana, las patronales petroleras extorsionaron con la posibilidad de irse de la provincia, como si la actividad no sufriera ya un lock out objetivo. Quieren el aumento de precio que reciben por el petróleo en boca de pozo (ya lo obtuvieron por el gas) y la renegociación de los contratos por varias décadas más. Pretenden que sus trabajadores y todos los laburantes del país paguen la crisis mundial que derrumbó los precios del combustible.
En la extorsión se destaca Repsol- YPF, que opera la mayor cantidad de yacimientos en Santa Cruz y cuenta entre sus accionistas al grupo Eskenazi, dueño de Petersen Thiele & Cruz, una de las principales constructoras que trabajan en la provincia, y del Banco de Santa Cruz. Hace poco detonaron un terremoto político en la provincia cuando se desligaron del salvataje financiero del gobierno provincial, que arrastra un déficit descomunal, fruto de todo tipo de negociados.

Cuando días atrás renunció el ministro de Economía provincial, un hombre de paja de los Kirchner, los `politicólogos´ de turno interpretaron que se le serruchaba el piso definitivamente al gobernador Peralta por orden de la pareja que reside en Olivos.
Pero la cuestión clave es si los Kirchner tienen margen para semejante operación y para repetir un golpe como el que en su momento defenestró a otros ex- gobernadores, como Acevedo o Sancho. El señor y la señora Kirchner vienen de perder en su propio territorio y los negocios en su pago chico están en retroceso. Crece al miso tiempo el escándalo por los fondos mal habidos del matrimonio con la especulación millonaria con terrenos en Calafate, cuando la economía provincial está en situación de semiquiebra y el fisco en insolvencia.

Santa Cruz obrera

La provincia con menor densidad poblacional, en un enorme territorio, ha pasado a ocupar un papel protagónico. Están anticipadas las tendencias políticas que recorren el país: el agotamiento de la experiencia kirchnerista, la tentativa de ajustar las tuercas de la explotación para sostener al capital en quiebra, la resistencia obrera, el derrumbe del régimen político. Tomemos nota.

El primer punto de una salida es muy sencillo: no escatimar esfuerzos por la victoria de los petroleros en huelga. También los municipales de Río Gallegos están en huelga. La docencia, en estado de deliberación, viene de protagonizar una importante movimiento de lucha. Los obreros de la construcción se han movilizado una y otra vez contra la miseria salarial y la desocupación. A fines de julio, una asamblea de trabajadores en lucha de Caleta Olivia (Polo Obrero, CTA, ATE y movimientos de desocupados) votó convocar a un Congreso de Trabajadores con un pliego de reclamos, que remataba con la exigencia de nacionalización de petróleo bajo control de los trabajadores. Es una iniciativa para los tiempos que vienen.

Pablo Rieznik