Políticas

9/11/2022

Tierra del Fuego: la recuperación de derechos jubilatorios fortalece el reclamo de todos los jubilados del país

Caja de Previsión Social de Tierra del Fuego.

La furia de Macri contra la reforma jubilatoria fueguina, que recupera gran parte de los derechos eliminados por la gobernadora Bertone en 2016, es comprensible, porque resulta un golpe contra el avance de los planes de ajuste fondomonetarista en vigencia con este gobierno y que el expresidente se propone profundizar si retorna al gobierno. Sin embargo, hasta los legisladores de Juntos por el Cambio en la isla se vieron obligados a aprobar esta restitución de derechos.

En momentos en que lo único que se discute en el país es cómo eliminar derechos jubilatorios, cuando los jubilados han visto caer sus ingresos hasta límites insoportables, esta reforma a favor de trabajadores y jubilados provinciales de Tierra del Fuego refuerza principios fundamentales que son bandera de todos los movimientos de jubilados a nivel nacional como el 82% móvil o impedir el avance del aumento de la edad jubilatoria.

Para entender lo ocurrido hay que tener en cuenta la resistencia que se llevó adelante contra la reforma de Bertone en 2016, sofocada a palazos, provocaciones y represión, lo que llevó al candidato Melella a prometer en campaña restituir los derechos conculcados. Esta resistencia ha continuado todos estos años y ha motivado iniciativas de lucha y presentaciones de proyectos destacándose las del Sutef (docentes).

Esta reforma tiene sus límites: en el caso de la administración pública, no anula un punto clave de la reforma bertonista que se consolida a futuro y es la jubilación a los 60 años para mujeres y varones. Al respecto solamente establece un régimen transitorio hasta 2027 donde se podrán jubilar quienes tengan más de 55 años y reúnan el resto de los requisitos, pero sacrificando parte del haber. En el caso de los docentes, en general recuperan casi todos los derechos perdidos en 2016, con excepción del tope de edad que queda fijo en 50 años, negando la jubilación con 25 años de servicios sin tope de edad, que regía antes de Bertone.

El cálculo inicial del haber también mejora pasando del promedio de los últimos diez años al promedio de los mejores 60 meses de esos diez años.

La ley también establece un aporte extraordinario de jueces y magistrados que se jubilaron en el pasado, con haberes superiores a los del gobernador y pocos años de servicios.

Hay que tener en cuenta que la caja jubilatoria de Tierra del Fuego lleva dos ejercicios con superávit y para reforzar este superávit los aportes personales aumentan en dos puntos, 14% para el régimen general, y 16% para los especiales (docentes, médicos) mientras que para las patronales serán del 16 y el 18 respectivamente. La ley establece además una cláusula gatillo para aumentar otros dos puntos ambos aportes, apenas aparezca el primer déficit en el balance de la caja jubilatoria.

De conjunto, esta reforma es un avance que debe servir para integrar la resistencia de los trabajadores y jubilados de las provincias con caja propia con la de aquellos que dependen de la Anses, en un único gran movimiento en defensa de los derechos jubilatorios, independiente de los partidos patronales, como plantea el Plenario de Trabajadores Jubilados, que junto a un importante número de organizaciones prepara una jornada nacional de lucha para el próximo 17 de noviembre.