Políticas

13/7/2019

Tiros van, tiros vienen: Federales y Bonaerenses se entretienen

En Azul, un nuevo tiroteo entre efectivos de la Policía Bonaerense y de la Federal

Por tercera vez en menos de un año, se cruzaron a balazos efectivos de la Policía Bonaerense y la Policía Federal. De nuevo con una trama de narcotráfico detrás, de nuevo haciendo operativos de civil. Está vez no hubo muertes, sino un herido de cada bando.


El hecho ocurrió el jueves 11 en la localidad bonaerense Azul, sobre la Ruta 3, en las instalaciones de una estación de servicio de YPF. Se enfrentaron a tiros entre agentes de la DDI Azul de la Policía Bonaerense y de la delegación que la Policia Federal Argentina tiene en esa ciudad. Nadie llevaba uniforme, y los autos tampoco tenían identificación.


Lo efectivos de la Federal declararon que "habían ido hasta la YPF porque el juez federal Martín Bava les había 'encomendado tareas de campo'. Pero eso aún no fue confirmado" (Clarín, 11/7). Según informaron a ese diario, estaban buscando a un prófugo, sospechado de ser proveedor de una banda de narcomenudeo en Olavarría. Sin embargo, Télam recabó la versión de que venían siguiendo un camión, sospechado igualmente de hacer transportes para el narcotráfico.


Por el lado de la Bonaerense, afirmaron haberse dirigido hacia la estación de servicio porque recibieron información de que allí se encontraba el mismo prófugo, al que también estaban buscando. "También dijeron tener una 'orden judicial de otro juzgado' para intervenir, que todavía no apareció" (Clarín, 12/7).


Pero a eso se suma la versión del chófer del camión, quien aseguró haber llamado a "un amigo" de la DDI Azul porque vio que lo seguía el auto en el que iban de civil los agentes de la Federal, sin ningún tipo de identificación, y creyó que le iban a robar.


Como se ve, no está claro que ocurrió. Todo "se está investigando", inclusive quién disparó primero. Esa investigación, vale aclarar, está recorriendo dos vías paralelas, porque mientras el fiscal de la UFI de Violencia Institucional, José Calonge, dispuso que los peritajes los realice Gendarmería (fuerza a cargo de Patricia Bullrich), al mismo tiempo actúa la Dirección de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad, bajo la órbita de Cristian Ritondo. Ni Bullrich ni Ritondo realizaron declaraciones públicas, pero es evidente que ninguno quiere soltar la manija de la investigación. 


Un historial de balaceras y acusaciones cruzadas


Los sucesos de Azul son el tercer enfrentamiento a tiros entre la Federal y la Bonaerense en poco más de once meses. 


El primero de esta seguidilla fue el 22 de agosto del año pasado, en Lomas de Zamora. Un sargento de la Bonaerense murió un baleado por un agente de la Federal, miembro de la división a cargo de la custodia de la ministra Bullrich, cuando supuestamente el primero se acercó -de civil- a pedirle los papeles del auto al segundo, quien abrió fuego. Hasta el momento no se ha difundido información que esclarezca lo sucedido.


El siguiente hecho fue en Avellaneda el 29 de marzo pasado, cuando aparentemente un grupo de la Bonaerense se aprestaba a cobrar una coima a una pareja de narcos, y ante la irrupción de un operativo de la Federal se generó un tiroteo, en el que nuevamente un comisario de la Bonaerense murió baleado. Bullrich salió a denunciar a los "delincuentes con uniforme", ante la rabia de Ritondo y María Eugenia Vidal, quien todavía sonaba para reemplazar a Macri en la candidatura presidencial ¿Habrá formado parte de la interna de Cambiemos para bajar el Plan V? No sería la primera operación adjudicada a esta disputa, si recordamos que fueron varios los que apuntaron a Marcos Peña al surgir la causa de los aportes truchos de la campaña electoral de Vidal de 2017.


Del "combate a las mafias" a "las mafias al combate"


Este repaso sirve para echar luz acerca de la descomposición que atraviesa a las fuerzas de seguridad. En medio de todo esto ocurrió la Masacre de Monte, recordemos que porque un grupo de jóvenes y adolescentes tuvo el infortunio de presenciar un chanchullo de policías​ vendiendo droga.


Hay más. Solo 12 horas después del tiroteo de Azul, en la misma Ruta 3 pero a unos 300 kilómetros de allí, fue detenido un oficial de la DDI de Matanza con más de 100 kilos de cocaína, mientras los trasladaba en un vehículo de la propia Departamental.


La lista podría seguir, pero lo dicho permite ver la podredumbre policial. En contraste con la campaña de Vidal, Ritondo y del mismo Macri, acerca del combate a las mafias y el desarme de bandas dedicadas al crimen organizado, lo que emerge a plena luz del día son los choques y enfrentamientos entre las propias fuerzas estatales, siempre en situaciones no esclarecidas que involucran juegos de extorsiones y vínculos con narcos.


El único combate al delito organizado (por el Estado) solo puede venir de las organizaciones independientes, que luchan día a día contra los atropellos, el gatillo fácil y la represión de las fuerzas policiales. Otra vez, se pone de manifiesto la justeza de pelear por el desmantelamiento de las fuerzas represivas. 


La lucha por este programa implica además una clarificación política con respecto al kirchnerismo, cuyo candidato a intendente en La Matanza, Fernando Espinoza, largó una campaña repugnante para que vuelva la Gendarmería a los barrios. Poner a los asesinos de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel a patrullar las barriadas solo puede traer más sufrimiento a los trabajadores. Los que gobernaban con Berni y Milani prometen seguir por el mismo camino. No hay otra, si quieren condenar al pueblo a la miseria para pagarle al Fondo Monetario.