Políticas
9/9/2024
¿Tocó fondo la caída de puestos de trabajo?
El gobierno esconde que la caída del empleo registrado puede seguir, ahora estimulada con la reforma laboral para abaratar los despidos.
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Foto: Juan Diez @ojoobrerofotografía
El gobierno publicita un informe que sostiene que desde julio se interrumpió la tendencia de caída constante del empleo registrado, diciendo que la disminución de la actividad habría tocado un piso. Esconden que la caída puede seguir, ahora estimulada con la reforma laboral para abaratar los despidos. A su vez, el mismo informe demuestra que los salarios aún no han podido compensar la devaluación de diciembre.
El relevamiento destaca que en julio se verificó el primer mes sin caída neta del empleo registrado en el sector privado luego de 7 meses consecutivos de contracción. Ese escenario es producto de un incremento de las contrataciones de personal (1,3 en junio al 1,6 en julio) mientras las desvinculaciones de personal de mantuvieron constantes (1,5 entre junio y julio), es decir que no hubo un crecimiento del empleo registrado, sino que las patronales contrataron a la misma cantidad de gente que echaron.
Sucede que las patronales utilizan los despidos como una forma de arremeter contra las conquistas obreras en materia de derechos laborales. Sobran experiencias que dan cuenta de cómo se revierten las condiciones de trabajo cuando se despide a una camada de trabajadores para contratar nuevos, ofreciendo menos salario por una mayor cantidad de horas, contratación por fuera de convenio e incluso escondiendo la relación laboral mediante el monotributo.
De esto último da cuenta incluso el propio informe: “se ubicaron dos modalidades ocupacionales de mayor precariedad que mostraron crecimiento del empleo: el régimen de monotributo con una suba de 1,9% (11% interanual) y el trabajo en casas particulares, con un incremento de 0,3% tras 8 meses de caída”. Es una brutal tendencia hacia la precarización laboral que viene de arrastre, ya que en los últimos cuatro años, de acuerdo con datos del Indec, por cada empleo formal que se creó se sumaron 1,5 empleos informales.
A su vez, los datos sostienen que el salario medio real de julio todavía no logró compensar en forma total el deterioro del poder adquisitivo producto de la devaluación de diciembre. El gobierno promete profundizar esta pulverización salarial considerando que ya anticipó a los gremios estatales que pretende congelar los salarios del sector y no conceder nuevas subas en el bimestre final del año. Pretenden que esto se generalice como la principal referencia para las paritarias en la actividad privada, de manera de seguir haciendo caer el consumo y anclar los niveles de inflación a costa de empobrecer todavía más a la población.
Cabe destacar que todo esquema a su vez arremete contra las cajas jubilatorias. La tendencia hacia la precarización laboral hace que el espectro de trabajadores con menos aportes o directamente sin aportes sea cada vez mayor. A su vez, el deterioro salarial también tiene como correlato una menor cantidad de aportes previsionales, porque se nutre del aporte de los trabajadores. El gobierno, que dice que “no hay plata”, veta la ley de movilidad jubilatoria mientras promueve esta masacre laboral que promete terminar con las jubilaciones a futuro.
El gobierno que festeja estas cifras es el mismo que le promete a las patronales que va a bajar el “costo argentino”, o sea las cargas sociales y laborales y los salarios, junto con los impuestos. El mismo Sturzenegger, es que el que promete que van a poder “diseñar el sistema de despidos que quieran” de acuerdo a la Ley Bases. El pilar de complicidad entre el gobierno y las patronales descansa en que el pato de la boda sean los trabajadores.
Por eso es brutal la complicidad de la burocracia sindical, que ha dejado pasar cientos de miles de despidos y todos los ataques del gobierno. En las antípodas, el Sindicato del Neumático y las organizaciones combativas e independientes de la burocracia sindical movilizarán este 11 de septiembre, en el marco de la movilización convocada por las CTAS contra el veto a la ley de movilidad jubilatoria, diferenciándose con un planteo por salarios y llevando la bandera del paro nacional y plan de lucha, fundamental para tirar abajo todo el programa antiobrero oficial.