Las Paso han consagrado como único polo político de los trabajadores al Frente de Izquierda en todas las categorías electivas.

El deber de todo luchador y de toda organización de izquierda es impulsar el progreso del Frente de Izquierda contra todos los candidatos, sin excepción, que representan el ajuste capitalista contra los trabajadores.

Hablamos de un apoyo obligado, que debe ser desarrollado a partir de las posiciones de cada uno -de colaboración y también de crítica.   

Podemos tener muchos más compañeros de la izquierda y los trabajadores en las legislaturas, los concejos y el Congreso Nacional.

Sería un voto de preparación para luchar contra la devaluación y el tarifazo y hasta contra el rumoreado intento de congelar las paritarias, un voto por el salario mínimo igual al costo de la canasta familiar, por el 82% móvil, por el pase a planta y a convenio de todos los precarizados, por un plan de obras que garantice trabajo para todos.

Tendríamos dentro del aparato del Estado bancadas confrontativas con la acción antiobrera y antidemocrática de ese Estado, al servicio, en última instancia, de las patronales y del capital.

Lo ocurrido con las inundaciones es un ejemplo vivo del ajuste, armado en los gabinetes y los parlamentos con la oposición, que mereció la denuncia y la movilización de los parlamentarios y partidos de la izquierda y de la izquierda combativa de los sindicatos, escuelas y universidades.

Un gran frente por el voto al Frente de Izquierda sería un instrumento muy valioso para separar a las clases medias del progresismo en recule, y convertir esos votos en una explosión electoral, cuyos alcances políticos no se le escapan a nadie.

Llamamos a renovar la unidad a todas las fuerzas de izquierda y a los luchadores sociales que nos acompañaron en las Paso y a las que fueron proscriptas por el piso electoral.

Por un plan de lucha, de agitaciones, plenarios, asambleas, actos públicos de toda la izquierda y los luchadores, para que podemos reventar las urnas con la papeleta del Frente de Izquierda y desarrollar una bancada revolucionaria más numerosa en los parlamentos.