Políticas

19/6/2008|1042

Todos en libertad vigilada

La Armada y el espionaje interno

El jefe de la Armada, Jorge Godoy, quedó imputado en el caso del espionaje ilegal que su fuerza desarrollaba desde la base Almirante Zar, en Trelew. Esas actividades obedecieron al llamado Plan Básico de Inteligencia Naval 201 (edición 2005), firmado por Godoy y sustentado en un decreto secreto de la dictadura.

Como se recordará, esa causa empezó en marzo de 2006, después de una denuncia presentada ante el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) por el cabo Carlos Alegre, quien formaba parte del grupo de inteligencia de Trelew pero, según dijo, se negó a espiar ilegalmente. En aquel momento, al allanarse las bases de Trelew y de Puerto Belgrano se "encontraron fichas y documentos de inteligencia sobre políticos, gremios, organizaciones sociales y de derechos humanos" (Página/12, 5/6).

La ministra de Defensa, Nilda Garré, separó entonces de su cargo al jefe de Inteligencia naval, pero desde entonces y hasta hoy el Poder Ejecutivo protegió y protege a Godoy, quien a pesar de la imputación permanece en su cargo.

Cuando estalló el escándalo, Garré ordenó a la Armada la confección de un sumario interno, tarea que quedó a cargo del almirante Benito Rótolo, segundo de Godoy. Ahora, también Rótolo quedó imputado, de modo que se había investigado a sí mismo.

Garré dio esa orden aunque, en una entrevista con Página/12, el cabo Alegre había contado que Rótolo lo reconvino por haber presentado la denuncia: "Por tu culpa, la Marina se hunde", le dijo.

La protección de los Kirchner a Godoy no es gratuita. El jefe naval aceptó hacer su "autocrítica" por la represión dictatorial, lo cual no le impidió emitir aquella orden y respaldarse para eso en el decreto 3401/79-S ("S" quiere decir "secreto"), de 1979, aunque la actual Ley de Inteligencia de Naval lo hubiera derogado. De todos modos, que la adhesión de Godoy al gobierno haya llegado a tal punto ha generado en la Armada una interna feroz y son muchos allí los que quieren su cabeza.

Además, Godoy tiene una pelea de perros con Prefectura por el control del negocio pesquero en Puerto Madryn, de modo que al hombre no le faltan enemigos.

Mientras tanto, el seguimiento y fichado de dirigentes políticos, sindicales y de la comunidad islámica, o a organismos defensores de las libertades públicas y organizaciones piqueteras, según la documentación secuestrada en los procedimientos, señala a qué se dedica la "valiente muchachada de la Armada".

Alejandro Guerrero