Políticas

17/3/2016|1403

Todos son Cristóbal López

Una investigación publicada ayer en el diario La Nación reveló que el empresario Cristóbal López acumuló una deuda de más de 8.000 millones de pesos con la Afip, por no haber pagado durante unos tres años las retenciones que Oil les hizo a sus clientes por la venta de combustibles


Una investigación publicada ayer en el diario La Nación reveló que el empresario Cristóbal López acumuló una deuda de más de 8.000 millones de pesos con la Afip, por no haber pagado durante unos tres años las retenciones que Oil les hizo a sus clientes por la venta de combustibles.


 


El Impuesto a la Transferencia de Combustibles (ITC) representa, junto con otros cargos, el 26 por ciento del precio cobrado en el surtidor, y la falta de pago fue cubierta por diversos planes de pago que otorgó la Afip. Agreguemos que no se trata de los planes usuales de pago sino de carácter excepcional, cuyo otorgamiento es competencia exclusiva del director de la Afip. Este mismo régimen es el que accedió la empresa All Fund en el remanido caso Ciccone.


 


Estos planes contemplan el pago de 120 cuotas, es decir, a 10 años y a tasas de interés sensiblemente inferiores a la inflación, con lo cual la deuda termina licuada totalmente. Los 8.000 millones de pesos que se quedó Cristóbal López representan, al dólar oficial de ese entonces, más de 1.000 millones de la divisa norteamericana, que López devolverá el día del arquero.


 


Ahora, el caso sale a luz como parte del cerco judicial que se ha tendido contra Cristina y sus compinches. Para el gobierno macrista, es simplemente un mecanismo extorsivo y un reaseguro de que los K no van a poner palos en la rueda en el giro económico que está en marcha El kirchnerismo, de todos modos, ya ha dado sobradas señales que, mas allá de la alharaca, no va sacar los pies del plato.


 


Confiscación


 


El mecanismo al que apelado Cristóbal López es moneda corriente. La clase capitalista bicicletea o se guarda los fondos de impuestos que recauda de sus clientes, consumidores y hasta de sus propios trabajadores como “agente de retención”. Es usual que las empresas no depositen las cargas sociales de sus trabajadores, tanto los aportes previsionales como los destinados a la obra social. En lugar de de sacar plata de sus propios bolsillos, las patronales utilizan la plata de terceros, obteniendo una forma de financiarse prácticamente gratuita -una radiografía lapidaria sobre el carácter parisatario y confiscatorio del sistema social vigente.


 


No debería sorprender que a la par de las maniobras de Cristóbal López, se haya destapado que hay 1.000 planes otorgados bajo ese régimen. Todavía no se conocen los nombres pero una lista tan grande ya es un indicador que estamos ante un mecanismo del cual ha usufructuado en forma generalizada la clase capitalista, amiga y no tan amiga de los K.


 


En la cúspide de este sistema de evasión se encuentran los bancos, que son los principales vehículos de la fuga de capitales. El caso más reciente ha sido el HSBC, que detenta 4.040 cuentas de argentinos en Ginebra, la mayoría no declaradas, por un monto superior a 3.500 millones de dólares. La comisión bicameral que se creó para investigar la denuncia quedó desactivada.


 


Alfonso Prat Gay figura en dicho listado. El actual ministro está ahí en su condición de representante de Loma Negra. Varias de las empresas que allí figuran, como el grupo Grobocopatel, eran en ese entonces -en 2006/7- las niñas mimadas de los K, incluido el grupo Clarín.


 


Nadie está dispuesto a que la sangre llegue al río.Entre bomberos no van a pisar la manguera.El nuevo titular de la Afip acaba de anunciar que entre los proyectos que el macrismo tienen en la gatera está el de un blanqueo.


 


Basta de saqueo y encubrimiento. Cristóbal López debe responder con su patrimonio.El país debe resarcirse del daño procediendo a la expropiación de sus empresas.